Comprar un kilo de langostinos frescos puede que no esté al alcance del bolsillo de todas las personas. Por lo que muchas de ellas, opta por comprar el marisco ya cocido, por comprar menos cantidad o por llevarse el que salga más económico y en el puesto de pescadería que también los vendan más baratos.
No hay más que acercarse hasta el Mercado de Abastos de Sanlúcar para comprobar el comportamiento que tiene la gente poco antes de la celebración de las fiestas de Navidad. Pese a que todos los años los ciudadanos se encuentran con la misma situación, es decir, que cuanto más se acerca la Navidad, más caro está el marisco y el pescado, este año no iba a ser menos y cuando la población estaba a pocas horas de la Nochebuena, el Mercado de Abastos de la localidad se encontraba lleno de gente que iba a comprar los últimos ingredientes del menú navideño. Además, los usuarios se acercaban a los puestos para preguntar por el precio y, así, compararlos con los de otros quioscos. Hay quien achaca esta actitud a la crisis pero según nos ha confirmado uno de los comerciantes “todos los años es igual”.
Comprar un kilo de langostinos frescos sale a 80 euros en la lonja, un precio que aumenta ocho euros más cuando el producto llega al mercado. No obstante, los sanluqueños -como la mayoría de los ciudadanos- consumen los productos típicos de Navidad más o menos igual que otros años y entre los alimentos típicos de las mesas de los hogares en Navidad se encuentra el mejillón -y no el langostino- debido a que su precio es el más asequible para la economía de las familias españolas y, principalmente, por la situación de crisis mundial que atraviesa la población.
La crisis está influenciando, en parte, en la mente de las personas. De esta forma, según un estudio realizado, un 21 por ciento de la población que tiende a gastar menos estas Navidades “por precaución porque hay crisis pese a estar desahogados económicamente”, según la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). Las fuentes consultadas por este periódico declaran que ante esta situación de precaución por la “crisis psicológica”, aproximadamente un 40 por ciento de la población recortará los gastos en, fundamentalmente, en ocio y en los regalos. Tanto es así, que hay personas que acuden a la Internet en busca de unos precios que se ajusten a sus posibilidades económicas cuyo número de visitas asciende a un 35 por ciento de solicitantes de productos vía Internet. Sin embargo, permanecen los porcentajes de gastos en lotería y en alimentación.
ALTERNATIVA
La precaución ante un posible empeoramiento de la situación económica familiar o individual ha sido un detonante para que baje tanto la demanda de productos como el consumo de los mismos.
No obstante, el precio del langostino también se ha visto afectado por el mal tiempo de los últimos meses donde las bajas temperaturas ha sido la principal causa que ha aminorado la reproducción esta especie. Lo que ha favorecido al aumento de un 20 por ciento el precio de los langostinos con respecto al año pasado.
Por otro lado, las galeras, la lubina o los mejillones son otros productos navideños asequibles a los bolsillos de los ciudadanos y que se han vendido de una manera equitativa con respecto al año pasado. En este caso, el mejillón ha sido el producto más vendido porque es el más barato de todos con un coste de tres euros el kilo.
