La junta de la Hermandad del Rosario arremete contra Rafael Vez Palomino

La junta de gobierno de la Hermandad del Rosario va a presentar un recurso contra el decreto del Obispado que ponía como condición la dimisión del hermano mayor para que la imagen pueda procesionar en la madrugada del Sábado Santo.

Según una larga carta remitida a los hermanos y a los medios de comunicación, en la que se narra cronológicamente los desencuentros de la junta con el director espiritual de la hermandad y párroco de San José, Rafael Vez Palomino, en las Normas Diocesanas para las Hermandades y Cofradías se contempla que al cesar por cualquier causa el hermano mayor “le sustituya el elegido por la Junta de Gobierno, una vez nombrado por el Delegado Episcopal, hasta la finalización del mandato de 4 años que le reste a la Junta”.

Esa es la fundamentación por la que la junta de gobierno cree que el Decreto “no se ajusta a derecho, y al considerarnos perjudicados por el mismo, se va a interponer el procedente recurso ante el obispo diocesano, conforme a lo establecido en el canon 1737 del Código de Derecho Canónico.
Ese canon dice que “quien se considere perjudicado por un decreto, puede recurrir por cualquier motivo justo al Superior jerárquico de quien emitió el decreto; el recurso puede interponerse ante el mismo autor del decreto quien inmediatamente debe transmitirlo al competente Superior jerárquico”. Mientras tanto no se iba a proceder a realizar la toma de posesión del nuevo hermano yayor nombrado con esas condiciones.

El domingo día 3
El citado Decreto fue leído por el sacerdote Rafael Vez Palomino el domingo día 3, al finalizar la misa, y ha sido publicado en algunos medios de comunicación. En el mismo se expone textualmente que “aunque por el clima de las relaciones que mantienen los miembros de esta junta con el párroco y la comunidad parroquial, pastoralmente no sería conveniente aceptar la propuesta. Pero con el fin de no perjudicar a los fieles y al resto de los hermanos que no forman parte de la Junta y para que puedan llevarse a cabo los cultos internos y, asimismo, su salida procesional el próximo Sábado Santo, por esta Delegación Episcopal se acepta la propuesta que se ha presentado”.

Uno de los detonantes de la situación ha sido, según la junta de gobierno, una carta “supuestamente ofensiva” hacia el párroco, que no obstante, “no sólo no justifica la drástica decisión del padre Rafael Vez Palomino, sino que pone de manifiesto una profunda animadversión hacia la Hermandad en general y hacia todos sus hermanos en particular”.

La junta de gobierno dice en la carta que el sacerdote “siempre ha estado buscando la mínima oportunidad para desprestigiar a la Hermandad y ridiculizar a sus componentes, y creando problemas donde no los hay para legitimar su deseo de acabar con la misma”.

A ese respecto manifiestan que esa acusación no es “una impresión subjetiva nuestra, ya que existen numerosos testigos de ello, puesto que él mismo lo ha dejado patente, públicamente, en distintas ocasiones desde que tomó posesión como párroco en el mes de septiembre del año 2002”.

La junta de gobierno considera “significativo” el hecho de que cuando celebra los cultos nunca hace referencia ni a la Hermandad, ni a la Virgen. Igualmente, durante las homilías de esas celebraciones eucarísticas se ha dirigido a todos los hermanos, a la junta de gobierno, o a algún hermano en particular para “reprenderle, sin razón, por alguna nimiedad delante de todos los fieles, con el único fin de empañar el buen nombre de la Hermandad, utilizando expresiones irreverentes, nada acordes con el lugar sagrado y el acto que se celebraba”.

Expresiones incorrectas
Entre esas expresiones se señala la de “os pongo en la puñetera calle”, cuando “lo establecido para la corrección fraterna, y lo que la propia conciencia dicta, es hacerlo en privado. Pero, curiosamente, nunca nos ha recriminado nada en privado”.

Igualmente- siempre según la versión de la junta de gobierno- , el que esta Hermandad “no le gusta” lo ha manifestado en “innumerables” ocasiones, pero “especialmente fue reveladora” la declaración que hizo en el Cabildo General Ordinario celebrado el día 5 de mayo de 2006, en presencia de 35 hermanos, cuando quiso que se sometiera a votación una propuesta suya para modificar la parihuela en la que se porta a Nuestra Señora en la procesión.

Tras ser rechazada la propuesta por los hermanos, dijo en “tono amenazador, entre otras cosas, que la Hermandad no le gustaba y que antes de irse de la parroquia la tenía que hacer desaparecer o, al menos, cambiarla radicalmente, porque la forma de ser de la misma es más propia de Castilla que de Andalucía, según él”.