Desafiando al pasado, sin atender a la historia que devuelve a escena la incapacidad de España para superar a ningún anfitrión de un gran torneo. Con el descaro por bandera que representan dos nuevos referentes, Lamine Yamal y Nico Williams, y confiando en el fútbol que volvió a situarla entre las favoritas, aparece en cuartos de final el gran reto. Alemania en Stuttgart y el posible 'último baile' de Toni Kroos.
En su caso último pase. Porque el nombre de Kroos traerá el recuerdo del futbolista más fiable con balón. La capacidad para generar fútbol en corto y en largo con la misma precisión. Una leyenda que decidió cuando y como irse. Lo hizo a lo grande en el Real Madrid, ganando una nueva 'Champions'. Y regresó a su selección para poner el broche en su país, aumentando el poderío de una Alemania renacida.
Pero también lo ha hecho la España de Luis de la Fuente, ya ganador en la Eurocopa 2024, ocurra lo que ocurra en un duelo repleto de grandeza que muchos interpretan como 'final adelantada' al ser las dos selecciones que mejor juego desplegaron. El seleccionador español ha reivindicado su mano de entrenador. Apuestas claras que le salieron bien. Retoque a un estilo para hacer más directa y divertida a España. Paso al joven talento con el mérito de que jueguen con confianza, ajenos a la presión de los grandes escenarios.
Así llega España a una cita imponente. Con descaro y confiando plenamente en su fútbol. Siendo contundente en las dos áreas, un punto clave para el éxito. Segunda más goleadora, tras Alemania, con nueve tantos. La que menos encajó. Un único gol y se lo metió en su propia puerta. Ni uno solo concedió en los cuatro partidos a sus rivales. Tumbando con pegada a Croacia, atropellando con fútbol a Italia, cumpliendo el trámite de Albania y remontando con poderío a Georgia, ya en octavos.
España llevaba doce años sin superar un cruce con un triunfo en 90 minutos. Siempre prórrogas, la mayoría de las ocasiones penaltis. El mismo pasado del que se desentiende la actual generación que disfruta del fútbol y hasta encontrarse con todo en contra en casa del anfitrión, se divierte en cada encuentro. Eléctrico con los dos extremos convertidos en sensación de la Eurocopa, con dos pilares como Rodri y Fabián que lo sostienen todo. Ya más necesitado de Pedri y Álvaro Morata donde se deciden encuentros igualados.
"Atacar como un equipo grande y defender como uno pequeño". La frase es de Rodri y define a una España comprometida en el esfuerzo. Con oficio, pese a su media baja de edad de 26 años en su equipo titular (28.9 la de Alemania). En un encuentro que mide si tiene techo, la madurez futbolística de unos futbolistas que ya ganaron la Liga de Naciones y que encaran un desafío mayor.
Interpretando bien hasta el momento lo que demandó cada partido, salvo cinco minutos de duda tras encajar ante Georgia que mostraron ciertas carencias en el repliegue que pueden ser letales ante un rival de la grandeza de Alemania. Las ha estudiado Luis de la Fuente que aseguró que haría algún retoque en su once tras octavos pero cuesta decidir donde.
El debate, si es que existe alguno, está entre Pedri y Dani Olmo, más vertical y con más disparos a puerta del rival. Poder cambiar roles y el papel de revulsivo. Hasta ahora el isleño fue titular, salvo el día de rotación masiva ante Albania, y no estuvo más de una hora sobre el césped. La situación puede voltearse. No parece que vaya a hacerlo en el lateral izquierdo, con Cucurella como gran revelación pero Alejandro Grimaldo pidiendo paso en el país donde se convirtió en el carrilero del curso. Y si Aymeric Laporte no sufre ningún peligro muscular mantendrá su plaza, con Nacho preparado para ocupar su sitio si existe el menor riesgo.
Extramotivada por ser la anfitriona, jugando en estadios llenos de camisetas blancas y gargantas entregadas, con más presión que ninguna otra por la misma razón y con la última victoria de partido oficial ante España en 1988 como ejemplo a seguir, Alemania encara los octavos de final con pocas dudas en el once, pero con la mirada puesta en un jugador, Toni Kroos, que podría estar ante su último partido como futbolista profesional.
Él está convencido de lo contrario -"no creo que sea mi último partido", dijo en ruda de prensa el miércoles- y hará lo posible para evitarlo. ¿Cómo? Siendo, como siempre, el cerebro de Alemania. Líder indiscutible en el centro del campo, su vuelta a la selección ha supuesto una mejoría notable. Es un equipo más equilibrado y más peligroso gracias a Toni, acompañado en la medular por Andrich. También más efectivo, siendo el equipo más goleador en lo que va de torneo con 10 dianas, perseguido por las 9 de España. Si la Roja no logra ponerle freno, estará en problemas.
Solo la presencia de Leroy Sané o de Florian Wirtz inquieta a la afición germana, descolocada en ese sentido, dividida entre ambas opciones para el once. Parte con cierta ventaja en el once un Sané que ya ante Dinamarca, en los octavos de final, le ganó la partida a Wirtz, suplente pero agitador desde el banquillo. Intentará aprovechar Julian Nagelsmann la velocidad de Sané para convertir en una amenaza las posibles contras o jugadas en largo para evitar la alta presión de los de Luis de la Fuente.
El que es intocable en el once es Jamal Musiala, peligro principal de la 'Mannschaft', condicionado a caer al lado izquierdo de la ofensiva germana con la titularidad de Sané, emparejado con Carvajal, pero con la libertad absoluta de aparecer entre líneas y generar superioridades con Ilkay Gundogan, fijo como enganche, amenaza constante en el borde del área, experto llegador y oportunista del gol.
Con Kimmich en el lateral derecho, en una vuelta algo agridulce al lateral derecho la no ser tan efectiva, será Raum el que actúe en el carril izquierdo, elegido por delante de Mittelstadt. En el centro de la zaga, con Rudiger como mariscal, convertido en un arma secreta de la construcción del juego de Nagelsmann, pues es el central que más pases filtra al último tercio con éxito (93%), será Tah el que se haga con el puesto titular en lugar de Schlotterbeck.
Arriba, el encargado del gol volverá a ser Havertz, elegido siempre por delante de Fullkrug. En la segunda mitad, Nagelsmann podrá contar con una de sus cartas más usadas en lo que va de torneo, un Emre Can que llegó a la convocatoria de casualidad, pero que se ha convertido en el jugador número 12. Acusando unas molestias musculares estos últimos días, se entrenó con normalidad y estará disponible para el trascendental duelo.
En Stuttgart, ante casi 55.000 aficionados, en su gran mayoría locales, Alemania buscará la redención, volver a ganar a España tras 36 años sin hacerlo en partido oficial. Caer en cuartos de su propio torneo volvería a ser otra mancha negra en el historia reciente de una selección que quiere volver a lo más alto.
- Alineaciones probables:
España: Unai Simón; Carvajal, Laporte, Le Normand, Cucurella; Rodri, Fabián, Pedri o Dani Olmo; Lamine Yamal, Nico Williams y Morata.
Alemania: Neuer; Kimmich, Rudiger, Tah, Raum; Kroos, Andrich; Sané o Wirtz, Gundogan, Musiala; Havertz.
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra).
Estadio: Stuttgart Arena.
Hora: 18.00.
Andalucía
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