La evolución no se detiene, y en términos tecnológicos, no solo continúa sin pausa, sino que avanza a una velocidad impresionante. Si ya se estaban proyectando robots de ámbito doméstico a escala industrial
para una cercana llegada a los hogares, ahora sabemos que seguramente esos robots no sólo se limiten a hacer tareas básicas del día a día gracias a la IA.
Un ejemplo de todo ello es la llegada de la
séptima generación de robots Phoenix, desarrollados por la empresa
Sanctuary AI. La empresa canadiense ha dado un paso más dentro de la industria y añade una función que puede suponer todo un adelanto en el mercado: sus robots
han aprendido a realizar tareas complejas en menos de 24 horas.
Y es que
la sexta generación de robots Phoenix, presentada hace menos de un año, ya había sorprendido con sus habilidades y su tendencia a tener un enfoque más humano. Tanto en la ejecución de sus tareas como en la misma fisonomía del robot, con manos robóticas muy detalladas y precisas.
Con todo ello y pese a sus adelantos, la última generación da un salto cualitativo tras incorporar IA.
Su sistema de control mediante IA, denominado Carbon, ha sido mejorado y ahora es capaz de
refinar sus resultados con una precisión asombrosa.
Los robots Phoenix pasan más tiempo en línea, lo que les permite
capturar más datos y ser entrenados durante más tiempo. Además,
su fabricación ha sido optimizada, reduciendo tanto su precio como su tiempo de producción.
Un hardware de última generación
Pero no sólo el software de esta generación se ha visto potenciado. En sintonía con este aspecto, los ingenieros de
Sanctuary AI han introducido una batería de cambios que se acoplan con ese aprendizaje continuo con la Inteligencia Artificial.
Puntos clave como el movimiento de las manos, muñecas y codos, y
los componentes hidráulicos se han miniaturizado, lo que se traduce en un
robot más ligero y con un menor consumo de batería.
Inteligencia artificial al servicio de la robótica
Las innovaciones en el campo de la inteligencia artificial están alcanzando niveles asombrosos. La última generación de robots Phoenix, la séptima, ha perfeccionado tanto su percepción táctil como visual, lo que les permite recopilar datos con una precisión sin precedentes para entrenar la IA.
Lo que antes requería semanas para ser automatizado ahora se puede lograr en menos de un día. Esta velocidad de aprendizaje y adaptación a nuevas tareas es algo que nunca antes se había visto, marcando un avance significativo en la eficiencia y capacidades de estos robots.
El debut de la séptima generación de robots Phoenix marca un punto crucial en la evolución de la robótica. Con su capacidad para transformar sectores tan diversos como la manufactura y la atención médica, estos robots están listos para llevarnos a un nuevo nivel de innovación.
Estamos entrando en una era donde los robots no solo serán más inteligentes y veloces, sino que también podrán ejecutar tareas cada vez más complejas. Es un periodo fascinante para observar cómo este avance tecnológico desbloquea un sinfín de posibilidades para el futuro.