El fiscal se opuso ayer a la libertad del hombre encarcelado como presunto asesino de una estadounidense en Sevilla, cuyo cuerpo descuartizó y arrojó al Guadalquivir en una maleta, y los abogados de la familia afirmaron que se han acrecentado los indicios de criminalidad contra él.
La Sección Tercera de la Audiencia celebró ayer una vista para debatir la petición de libertad presentada por el abogado de A. G. S, de 30 años, quien argumenta que el acusado tiene arraigo familiar y laboral en Sevilla, donde trabajaba como camarero hasta su detención, que no hay riesgo de que intente destruir pruebas si queda libre y que desde el principio ha colaborado con la Justicia.
Fuentes del caso informaron de que la Fiscalía de Sevilla se ha opuesto a la libertad porque persisten los motivos para que A. G. S. siga encarcelado. A ello, los dos abogados que ejercen la acusación en nombre de los padres y el esposo español de la víctima han añadido que los datos definitivos de la autopsia refuerzan la “peligrosidad y criminalidad” del imputado.