La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), conocida por su contribución a la investigación y difusión del análisis económico, ha presentado un estudio sobre la situación hídrica en España. El trabajo, enfocado en las cuencas del sur, refleja una creciente preocupación por el uso y gestión de los recursos acuáticos en la región.
El estudio, llevado a cabo por José Albiac, Encarna Esteban (Universidad de Zaragoza) y Safa Baccour (Universidad de Córdoba), realiza un "análisis de la situación actual y las perspectivas futuras de los recursos hídricos en España". En él, se destacan los "principales logros y fracasos" derivados de las estrategias de gestión en décadas recientes.
Uno de los puntos críticos mencionados es la "aumento de las presiones sobre los recursos hídricos" experimentadas en las últimas décadas, especialmente en relación con el uso del agua para regadío, así como para su utilización urbana e industrial. En términos de contaminación, se ha evidenciado una mejora en la contaminación puntual urbana, pero la contaminación difusa de nutrientes sigue en aumento.
Desde un prisma institucional, el documento subraya la relevancia de los usuarios del agua. Los autores enfatizan "la función clave que desempeñan los usuarios del agua, en especial las comunidades de regantes en la agricultura", identificando a la agricultura como el principal consumidor de agua.
Es importante señalar que se han introducido cambios normativos que han afectado la gestión del agua. "La reforma de 1999 de la Ley de Aguas introdujo la posibilidad de intercambios de agua", si bien estos intercambios han sido limitados. En lo que respecta a las políticas hídricas en España, el informe menciona que "el tamaño de las inversiones y de las transferencias de agua previstas en los planes hidrológicos nacionales de 1993 y 2001" causó polémica y desconfianza entre diferentes territorios y grupos políticos.
Los expertos señalan particularmente a la cuenca del Ebro, argumentando que "la solución del trasvase desde el Ebro dejaba de ser la solución más eficiente a partir de Alicante". Han identificado mejoras en reducción de contaminantes en retornos de riego y en desalación, pero la escasez de agua sigue siendo una preocupación primordial en las cuencas del sur.
El trabajo pone en evidencia la situación crítica en cuencas como las del Guadalquivir, Segura, Júcar y Guadiana. Se menciona la "expansión descontrolada de extracciones de agua" para cubrir el desequilibrio existente entre oferta y demanda. Los autores advierten sobre la sobreexplotación de acuíferos, con especial énfasis en el sur de España, que ha llevado a una "intensa degradación de los ecosistemas acuáticos". La modernización del regadío podría empeorar la situación.
Es esencial considerar que las consecuencias del cambio climático podrían intensificar los problemas existentes de escasez y calidad del agua. Se requieren estrategias de gestión más efectivas que se apoyen en "cooperación institucional", precios ajustados, fuentes de agua alternativas como desalación y reutilización de aguas residuales, y trasvases.
Finalmente, el estudio concluye que la elección de herramientas óptimas depende de una evaluación rigurosa de sus costes y beneficios y de las prioridades de la sociedad. En este sentido, España tiene la oportunidad de ser un referente en la gestión adecuada de sus recursos hídricos.