En medio de rumores sobre el empeoramiento de su salud
La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de la depuesta líder birmana Aung San Suu Kyi, encarcelada por los militares desde el golpe de Estado de febrero de 2021, urgió este miércoles a la comunidad internacional a que pida su liberación, en medio de rumores sobre el empeoramiento de su salud.
"Nosotros, la Liga Nacional para la Democracia, llamamos y urgimos a los países amigos y a la comunidad internacional a que nos apoye en la petición para una liberación incondicional de todos los prisioneros políticos, incluyendo Aung San Suu Kyi", subraya el partido en un manifiesto divulgado hoy, con motivo del trigésimo quinto aniversario de su fundación.
La Liga enfatiza que Suu Kyi es "esencial en asegurar que la crisis de Birmania no escala y se expande a nivel regional".
Suu Kyi, quien llegó al poder en 2016 tras arrasar en las urnas, fue detenida el mismo día en el que los militares dieron el golpe, el 1 de febrero de 2021, y desde entonces se ha enfrentado a una retahíla de acusaciones por las que fue condenada a un total de 33 años de cárcel en un proceso judicial rodeado de secretismo, una pena reducida posteriormente a 27 años.
En las últimas semanas se han encendido las alarmas sobre la salud de Suu Kyi, de 78 años, cuyo hijo, Kim Aris, advirtió el pasado miércoles sobre los episodios de mareos y vómitos que sufre su madre, quien afirmó no puede alimentarse con normalidad por una enfermedad de las encías.
La LND, disuelta por los militares tras la asonada, también denunció a mediados de mes que la junta no está proporcionando la atención médica adecuada a la exlíder con la intención de "poner su vida en peligro".
El golpe de Estado, que puso fin a una década de transición democrática, ha sumido a Birmania (Myanmar) en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con nuevos grupos armados formados tras el levantamiento.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, denunció ayer en Ginebra que la brutalidad del Ejército birmano en sus ataques contra los civiles aumenta cada día, con miles de asesinatos y tácticas de guerra utilizadas contra la población y "violaciones flagrantes de los derechos humanos".
Según el último recuento de la Asociación para la Asistencia de los Prisioneros Políticos (AAPP), una oenegé local, cerca de 19.300 prisioneros políticos continúan detenidos y más de 4.100 personas han fallecido en manos de las fuerzas armadas desde la asonada.
La formación de Suu Kyi afirma hoy que continúa trabajando en el terreno con los partidos y movimientos opuestos a los militares, y anticipa que se opone a "la farsa electoral planeada por la junta, que ha retenido el poder ilegalmente".
El régimen militar se comprometió en celebrar comicios tras el golpe, si bien la convocatoria se ha ido posponiendo, amparada por la imposibilidad de llamar a las urnas durante el estado de emergencia, que la junta ha extendido desde el golpe cada seis meses.