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El 90 por ciento de los locales tiene vigilantes cualificados

Los hosteleros creen que la labor del portero debe ser la propia de un relaciones públicas

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  • La mayoría de los locales de copas y discotecas de la ciudad cuenta con personal de seguridad cualificado. -

Más del 90 por ciento de los locales de copas, pubs y discotecas de Cádiz cuentan con personal de seguridad con la cualificación adecuada para el desempeño de esta labor. Así lo constató a INFORMACIÓN  el empresario gaditano Raúl Cueto, propietario de locales como Arsenio Manila o Barabass. Los hosteleros creen que la labor de estas personas debe asemejarse a la de un relaciones públicas, pues aseguran que en la profesionalidad del servicio que presten está parte del prestigio de su establecimiento. La principal exigencia de los empresarios al personal de seguridad que contratan es que conozcan bien la normativa sobre admisión.

Los episodios acontecidos recientemente en Madrid han hecho saltar las alarmas de un asunto que parecía que tarde o temprano tenía que aflorar por cualquier parte, la contratación del personal adecuado para la vigilancia de un pub o una discoteca.

Hace una semana aparecía en  este periódico una entrevista tanto con un agente de la Policía Local como con un agente de seguridad privada y según lo explicado por ambos se podía obtener la siguiente conclusión: hace falta una normativa general para todos los vigilantes de seguridad, por lo menos en ámbito de la comunidad autónoma, y también hace falta que este colectivo cuente con una formación estándar adecuada. Nunca se ha detectado en Cádiz un caso tan grave como el de Madrid, aunque históricamente se haya producido alguna reyerta, por lo que INFORMACIÓN ha hablado con algunos empresarios de negocios de copas y movida nocturna para conocer a qué tipo de personal se contrata y qué labor se les exige.

Francisco Sánchez, de la discoteca Anfiteatro, aseguró que lleva trabajando 15 años con la misma empresa. “Son muy profesionales y su función principal debe ser ayudar al público”, añadió Francisco Sánchez.
 
Este empresario asegura que el portero debe ser “un relaciones públicas más pues es el que recibe al cliente, ofrecer una imagen de simpatía y en caso de que haya personas en estado ebrio, que sepa explicarles la normativa referente a derecho de admisión. Si ésta se pusiese insistente, el portero debe disuadirle con el diálogo”, matizó Sánchez.

 Raúl Cueto, propietario de Arsenio Manila y Barabass, aseguró a este periódico que “el 90 por ciento de los locales de Cádiz contratan su seguridad con empresas especializadas, no suele haber trabajadores independientes. En estas empresas, el 99 por ciento de sus trabajadores son de Cádiz y de la provincia”, afirmó.

 Raúl Cueto aseguró que en la comunidad autónoma de Andalucía “se va un paso por delante del resto de España” en cuanto a seguridad privada, ya que parece ser que la Junta ejerce un gran control sobre estas empresas. “Sucesos como el que ocurrió en Madrid es imposible que ocurran en Cádiz dado el control de la Junta además de la presencia de la Policía en las calles”, añadió Raúl Cueto.

 Todos los empresarios coinciden en que el vigilante debe velar porque no entre más gente del aforo permitido, que no se consuman sustancias estupefacientes en el local, que no se saquen bebidas a la calle, que no se introduzcan bebidas de fuera y que las  puertas estén siempre cerradas para que la música no moleste a los vecinos.

 “En el caso de que no se le quiera permitir acceso a una persona que llega ebria pedimos al portero que explique coherentemente el derecho de admisión. También se les pone a disposición las hojas de reclamaciones y si la situación se complica, llamamos a la Policía Local”, apuntó Cueto.
 
Santiago Ramos, propietario del café-teatro La Guarida, contrata eventualmente a personal de seguridad privada y aseguró que siempre lo hace a través de una empresa del sector, ya que se encargan de los seguros sociales y la documentación legal. Ramos afirmó que la vigilancia de la puerta “debe hacerse de forma educada porque el local que tiene una buena imagen no puede permitirse tener en la puerta a un matón del tres al cuarto”, agregó.

PRESENCIA POLICIAL
Baldomero Peñalver es el propietario del pub KM, de la Punta San Felipe. Él mismo se encarga de ponerse en la puerta para vigilar quién accede a su local. “Yo estoy en la puerta para controlar a ver quién entra. Si hay alguien ebrio y que no guarda las formas, llamo a la Policía, que la tengo enfrente cada noche, y ya está”, concluyó Peñalver.

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