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El Sáhara pertenece al viento

El acuerdo para llevar a Haidar al Aaiún tiene muchas lecturas, tantas como las que abarca el vocablo autonomía y las frases sobre los acuerdos agrícolas.

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El acuerdo para llevar a Haidar al Aaiún tiene muchas lecturas, tantas como las que abarca el vocablo autonomía y las frases sobre los acuerdos agrícolas. Cuando Marruecos se compromete a dar la autonomía a las provincias españolas del Sahara y del Río del Oro, significa continuar con la situación actual, un territorio que administra como el resto de Marruecos bajo la falta de derechos humanos y libertades.
El Gobierno español jugando con las frases ha declarado que los territorios tienen derecho a la autonomía pero bajo la legislación de Rabat, es uno de los pagos, de otros hablaremos más adelante, que ha realizado Zapatero por enviar a Haidar al Aaiún. Para el Polisario autonomía es la independencia y liberación del gobierno alauita. Así como dominar sus territorios y en los que fundar un estado propio. Aunque más pronto o más tarde se tendrá que enfrentar a las apetencias marroquís. Francia es la única que ha hablado claro y ha explicitado que no quiere saber nada del Frente Polisario y que apoya la anexión del Sahara. Para el presidente ZP, el de los discursos fútiles, huecos, vaporosos y llevados por los vientos significa que se lava las manos como Pilatos. Todo menos molestar al sátrapa del Magreb. Ese discurso es similar al que ha pronunciado en Copenhague pero aplicándolo a las arenas del Tinduf, El Sahara no es de nadie, salvo del viento. No puede ser porque esas frases quedan muy bien en los poemas sin compromiso, de versos sueltos vaporosos que quedan espectaculares en un escenario y sirven de carne de titular mediático. Para los hombres azules de los desiertos saharauis, uno de los más ardientes y secos de la Tierra, no hay tiempo para la poesía sino para la supervivencia. El viento del Tinduf no ha defendido sus derechos de propiedad. No tiene fusiles. No perfora trincheras. Pasa entre las tropas alauitas y no repara en ellas en todo caso les arrebata algún turbante. Pero no se compromete con ninguna causa. El viento no va a Nueva York a sentarse en la ONU la que ha elaborado varios planes Baker para resolver el conflicto y que el régimen magrebí se niega a aplicar y a convocar un referéndum.
Pero ni Marruecos, ni Francia y menos España hablan del precio del acuerdo. Que entre bambalinas se ha hecho. Para que Mohamed VI acepte la vuelta de Haidar, Zapatero lo ha compensado con las declaraciones en las que reconoce su dominio sobre el Sahara y ha acelerado el acuerdo sobre hortalizas entre la Unión Europea y la monarquía alauita. Aunque todos los firmantes se esfuerzan en negar que el acuerdo sobre verduras y frutas tengan relación con la huelguista saharaui, más claro aparece que ha entrado como parte del convenio. Marruecos obtiene un aumento del cupo de tomate que puede exportar a los mercados europeos con arancel reducido. Los agricultores españoles van a pagar con la disminución de sus ventas los dispendios de ZP.
Cada vez que hay un conflicto nos toca pagar. Pasó con el "Playa de Bakio y con el Alakrana". Se mandaron barcos que lo único que hicieron es pasear por el Índico. Con el secuestro de los cooperantes españoles secuestrados por Al Qaeda nos tocar transferir fondos a los terroristas y posiblemente alguno de los presos fundamentalistas que esa organización tiene en España. La única esperanza estriba en que a la vez que la retención de los miembros de la ONG española "Acción Solidaria" por los fundamentalistas hay también un francés. Todos sabemos que Sarkozy es mucho más enérgico que Rodríguez Zapatero y hará respetar a Francia como potencia.
Hasta pronto gadiritanos.
ubaldox@hotmail.com

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