La Federación de Regantes de Almería (Feral) ha reclamado este martes una bonificación estatal para el precio del agua desalada que se consume en la provincia después de que el Gobierno haya aprobado una rebaja del diez céntimos para el metro cúbico de agua a los regantes que se nutren de la desaladora de Valdelentisco, en Mazarrón (Murcia), lo que a juicio de los almerienses supone un "agravio comparativo muy grave" y le resta capacidad para ser "competitivos" ante los mismos mercados.
En rueda de prensa, los regantes han apuntado que la desaladora de Valdelentisco "no está incluida en la infraestructura del trasvase Tajo-Segura y actualmente mantiene contratos privados con unos 200 usuarios, principalmente empresarios privados y cooperativas de la zona", por lo que a su entender, el problema en la zona "no es de agua sino de precio".
Feral ha apuntado que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha rebajado el precio del agua en Murcia para compensar a los regantes del Tajo-Segura por la falta de aportes procedentes del trasvase ante la situación de sequía aunque "la rebaja del precio del agua ha beneficiado directamente a la desaladora de Mazarrón, que tiene en este momento el mismo modelo de venta de agua que las plantas existentes en la provincia de Almería".
Ante esta situación, el presidente de la federación, José Antonio Fernández, ha reclamado al Gobierno rebajas similares para el acceso al agua desalada en Níjar, el Almanzora y el Poniente almeriense. "Es un tema económico, a los murcianos les dan diez céntimos por metro cúbico de agua desalada y a nosotros no", ha apuntado.
No obstante, Fernández ha ido más allá y ha solicitado al Ejecutivo que fije un precio para el agua desalada que permita aliviar los costes de producción, de forma que este pueda quedar comprendido entre los 20 y los 25 céntimos de euro por metro cúbico. "Queremos que se garantice la cantidad de agua y un precio justo. Pedimos pagar acorde con la producción de nuestros rendimientos", ha manifestado.
El presidente de Feral se ha referido además a la reunión mantenida hace poco más de un mes con el presidente de la Diputación de Almería y del PP en la provincia, Gabriel Amat, junto con el gerente de Acuamed, Arcadio Mateo, y el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, a quienes han acusado de incumplir sus promesas al no haber fijado una rebaja en el precio del agua desalada para toda la provincia e incluir únicamente 1,2 hectómetros cúbicos procedentes de la desaladora de Torrevieja por ser usuarios del trasvase Tajo-Segura.
"No pueden venir a engañarnos con rebajas para 1,2 hectómetros cúbicos, que es el agua que tienen para una semana en el Almanzora. Nos han dejado fuera", se ha quejado Fernández, quien ha calificado de "vergonzosas" las declaraciones realizadas por Amat al asegurar que Almería está incluida en la rebaja de precios. "Si esa es la defensa del presidente de la Diputación, flaco favor nos está haciendo", ha apostillado.
DESALADORA DEL CAMPO DE DALÍAS
Por su parte, el presidente de la Junta Central del Acuífero del Poniente Almeriense (Jcuapa), Manuel García, ha reivindicado la puesta en marcha de la desaladora del Campo de Dalías, ubicada en Balerma, puesto que los acuíferos de la zona "soportan en este momento a 600.000 habitantes y 20.000 hectáreas de regadío, y no está en condiciones de seguir este ritmo de abastecimiento".
García, quien ha reclamado la unidad de todos los agentes para "solucionar el problema del agua", ha incidido en que la entrada de agua desalada en el sistema de abastecimiento es necesaria para luchar contra la "desertización" que amenaza la zona, aunque también hay que "conseguir rebajar el precio" de la misma para hacerlo sostenible y rentable.
Según Feral, el regadío del Poniente se ha visto perjudicado por la práctica desaparición de aportes de agua procedentes de embalses de Benínar, que se encuentra "al mínimo" de su capacidad por la ausencia de lluvias. Así, han urgido a la Administración a conceder la dotación de energía eléctrica que necesita la desaladora del Poniente para iniciar la producción y responder a la demanda hídrica.
Asimismo, han reclamado que la concesión de agua de esta desaladora aumente de 7,5 hectómetros cúbicos a 20 para "atender las necesidades de la agricultura" y permitir "la recuperación del acuífero", que corre el riesgo de salinizarse por completo ante la intrusión de aguas marinas.
PETICIONES A LA MINISTRA
El presidente de la comunidad de usuarios de Níjar, Antonio Úbeda, ha explicado que estas reivindicaciones han sido puestas en conocimiento de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, a quien este lunes se comunicó durante la inauguración de la presa de Siles, en Jaén, que los altos precios del agua desalada "no se pueden soportar" en la agricultura de territorios como Níjar, donde el acuífero "no se termina de recuperar" puesto que se accede a él ante el coste que supone la compra de agua desalada.
En cualquier caso, los regantes no descartan emprender movilizaciones y acciones para exigir una rebaja del precio del agua desalada para garantizar los cultivos si no se atienden sus peticiones, ya que "Almería está discriminada" con respecto a otras regiones en cuanto a este asunto, según entienden.
"Las instituciones no se dan cuenta de lo que ocurre o no hemos hecho lo sufiente para montarles un pollo de verdad y que sepan que sabemos movilizarnos con un tema serio como es el agua", han señalado los regantes, quienes junto con agricultores y demás sectores están dispuestos a "salir a la calle" para evitar que los precios alcancen "los 55 ó 60 céntimos por metro cúbico". "No vamos a poder mantenernos, a no ser que pongamos marihuana", han ironizado.
Junto con estas medidas, los regantes han apuntado la posibilidad de establecer nuevas conexiones para trasvases entre las presas de Rules (Granada) y Benínar para optimizar los recursos hídricos u otras medidas complementarias como la depuración de aguas, especialmente las procedentes del Medio y Bajo Andarax, que reviertan en el riego.