Agentes de Medio Ambiente han denunciado a dos personas sorprendidas mientras practicaban pesca submarina ilegal en aguas del parque natural Cabo de Gata-Níjar y han decomisado 15 kilos de pescado.
La operación, en la que también participaron miembros de la Policía Adscrita a la Junta de Andalucía y de la patrulla de vigilancia de la Reserva Marina, se llevó a cabo en los alrededores del Playazo de Rodalquilar y de la Cala Carnaje.
En concreto, las piezas intervenidas fueron cuatro ejemplares de mero y dos de abadejo, entregados a un centro benéfico de la capital. Además, los agentes intervinieron el instrumental de pesca empleado en estas capturas ilegales.
El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar establecen que en las aguas interiores de este espacio protegido sólo pueden realizarse actividades pesqueras de carácter artesanal y pesca de recreo en zonas situadas fuera de las seis áreas de reserva marina.
La normativa prohíbe en toda la franja marina del Parque Natural la pesca submarina, la pesca con artes de arrastre, de cerco y con enmallados fijos o de deriva que no se ajusten a la legislación pesquera vigente.
Las labores de control y prevención del furtivismo que realizan los agentes de Medio Ambiente, se vieron reforzadas a finales de 2014 con la instalación de un sistema de videovigilancia en la zona costera y marítima del parque patural de Cabo de Gata-Níjar.
Este sistema permiten conocer en tiempo real las actividades que se desarrollan en buena parte del litoral del espacio protegido. Consiste en una cámara implantada en un dispositivo remolcable y operada de forma remota. Esta cámara capta imágenes que son transmitidas a la estación de control, donde un operador puede apreciar con suficiente nitidez el desarrollo de actividades en varias zonas, así como evaluar la necesidad de dar una respuesta activa y el tipo de respuesta.
Además, la Junta realiza de forma periódica inspecciones en mercados, comercios, bares y restaurantes dedicados a la venta de productos pesqueros con la finalidad de detectar la tenencia de pescado capturado y adquirido por cauces ilegales y que, por tanto, no ha pasado por los debidos controles sanitarios.