La epidemia de Covid o más bien, de Ómicron, como parece ya imponerse a nivel dialéctico, para tratar de establecer una diferencia semántica con respecto a la nueva variante, sigue sin tocar techo. Los efectos retardados de las reuniones familiares de Nochevieja y la actividad de los últimos días de estas fiestas navideñas, siguen actualizando un saldo de contagios que se encuentra en su punto álgido. Tras la jornada festiva de ayer, hoy se comunican 125 positivos más, lo que hace que también la incidencia marque un nuevo máximo, en 2.492. Son 456 puntos más que el miércoles.
El ritmo de contagio es tan vertiginoso que no parece que pueda mantenerse demasiado en el tiempo, y de hecho los expertos sitúan a lo largo de la próxima semana -mediados de enero- la cima de esta verdadera montaña que alguno, antes de la llegada de la sexta ola, vaticinó como “pequeña ondulación”. La incidencia a siete días, indicador más inmediato, también crece 148 puntos, y de hecho proyecta un incremento sostenido de los contagios durante las últimas semanas, plazo en el que se han contagiado en Alcalá más de 540 personas, al menos oficialmente, aunque seguramente sean bastantes más.
La buena noticia está, una vez más, en que no haya nuevos fallecidos que añadir a una lista ya suficientemente larga, detenida por el momento en 54 personas. Por fortuna, las últimas olas prácticamente no han movido este registro. El que si se mueve, y para peor, es el de casos activos, absolutamente en máximos. Si el miércoles ya se batían todas las marcas, con cerca de 500 personas con el virus en el municipio, hoy este número se eleva ya a 618.