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Sevilla

El surrealismo sigue vivo en el CaixaForum

'Objetos de Deseo' nos invita a asistir al diálogo entre surrealismo y diseño desde los años veinte a nuestros días

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La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

La exposición 'Objetos de deseo'.

  • Se podrá visitar hasta finales de agosto y cuenta con visitas guiadas todos los días
  • Se celebrará un ciclo de conferencias entre finales de mayo y principio de junio.

El CaixaForum de Sevilla acoge desde este martes la exposición Objetos de deseo, que propone realizar un recorrido por la conexión entre surrealismo y diseño desde los inicios del movimiento en los años veinte, hasta su influencia en nuestros días. “La cultura nos permite reflexionar sobre un mundo que no es real, pero que podría ser” ha afirmado Mateo Kries, director del Vitra Design Museum y comisario de esta exposición. Por eso, la situación actual viene a reforzar vigencia del surrealismo y es que “la realidad puede cambiar muy rápido y aquello que creíamos surrealista puede convertirse en real”, ha añadido.

“Hoy es un día muy especial porque con este acto reafirmamos nuestro compromiso para seguir acercando la cultura en un entorno seguro” ha afirmado Moisés Roiz, director del CaixaForum Sevilla. Por su parte, Isabel Salgado, directora del área de Exposiciones y Colección de la Fundación la Caixa se ha mostrado “muy feliz de volver a Sevilla” y ha destacado que “España es uno de los pocos países de todo el mundo en lo que la cultura ha estado abierta, de forma intermitente, desde principios de junio. Ello nos lleva a reforzar la idea de que la cultura tiene un papel importantísimo en la sociedad”, ha concluido. Algo de lo que Mateo Kries, vía streaming desde Alemania, nos ha instado a congratularnos, pues es la tercera vez que su museo tiene que cerrar a causa de las restricciones sanitarias.

La exposición que se podrá visitar en el CaixaForum de Sevilla hasta finales de agosto, coorganizada junto con el Bitra Design Museum, cuenta con más de 280 obras de artistas como Salvador Dalí, ManRay, Lee Miller, Giorgio de Chirico, Joan Miró, Leonor Fini, Yves Tanguy o Meret Oppenheim, y de diseñadores y arquitectos como Gae Aulenti, Le Corbusier, Antoni Gaudí, Ray Eames o Achille Castiglioni. Son piezas de primer nivel cedidas por colecciones y museos de todo el mundo, “gracias a un sentimiento de comunidad en el mundo de la cultura que se ha visto reforzado tras la pandemia”, ha destacado Salgado. Además, la exposición cuenta con el aliciente de ofrecer visitas guiadas todos los días de la semana, para poder entender “los viajes de ida y vuelta” entre el surrealismo y el diseño.

La idea que recorre toda la exposición es el intercambio. Desde la publicación del Manifiesto del Surrealismo por André Breton en 1924 sus artistas persiguen utilizar el subconsciente, los sueños, las obsesiones, el azar y lo irracional para encontrar la realidad que está oculta. Así, ha relatado Mateo Kries, desde sus inicios el surrealismo guarda una estrecha relación con el diseño, al “perseguir encontrar lo que está escondido en estos objetos”. Y, posteriormente, tras el fin del movimiento surrealista a mediados del siglo XX, “el diseño, la moda o el audiovisual mantienen vivo el surrealismo”. Kries considera que, al estar centrada en el diseño, la exposición se convierte en una experiencia muy accesible “que va a permitir un acercamiento muy emocional a estos objetos”, al tiempo que reflexionamos en torno a la idea “de que el diseño es algo más que un elemento práctico”.

 

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Una muestra dividida en cuatro bloques

La exposición está dividida en cuatro bloques. Sueños de Modernidad hace un recorrido por los inicios del movimiento, desde los años veinte hasta la década de los cincuenta. Así, podemos ver El Regalo de ManRay (1921), en realidad una plancha. “Objetos en los que cambia la forma de verlos al sacarlos de sus contextos”, reflexiona Kries. De esta forma, los ready-mades de Marcel Duchamp constituyeron una de las principales fuentes de inspiración para artistas como MeretOppenheim o Salvador Dalí, que establecieron un tipo de escultura totalmente nuevo creando objetos absurdos a partir de materiales y objetos encontrados. Asimismo, las formas orgánicas creadas por Antoni Gaudí en arquitectura y mobiliario, como su silla de la Casa Calvet, también anticiparon estas prácticas.

El segundo bloque Imagen y arquetipo aborda ya la relación entre el surrealismo y los objetos, cuya principal aportación es la idea de que “un objeto tiene una función diferente que su forma” y ello, afirma Kries, nos lleva a la extrañeza y al cuestionamiento. Así Front (2006) es una lámpara, con su bombilla, su tulipa, el palo que las une al pie, sólo que éste es un caballo a tamaño real. Estas influencias también se pueden observar en la obra de la arquitecta GaeAulenti, que hace referencia a la famosa Rueda de bicicleta de 1913 de Duchamp cuando diseña una mesa que se puede desplazar porque está montada sobre ruedas de bicicleta (Tour, 1993).

Un rojo intenso nos adentra en Surrealismo y Erotismo, el tercer bloque de la exposición, y es que el amor, el erotismo y la sensualidad tuvieron un papel fundamental en el surrealismo. Al mirar a la izquierda nos encontramos el juego entre el cuerpo y el objeto, con El violín de Ingres, ManRay (1924). Unos pasos más adelante nos encontramos un gran cartel con un collage, La cara de Mae West que puede ser usada como un apartamento, Salvador Dalí, 1935. Del catalán también podemos ver las portadas originales que diseñó para la revista Vogue, “algo por lo que fue muy criticado en su momento, pero con lo que demostró mucha astucia pues cumplía así el objetivo último del surrealismo, que era cambiar la vida de las personas, y no quedarse únicamente en un movimiento abstracto”, ha destacado Mateo Kries. El comisario también ha resaltado que la exposición recoge cómo las artistas surrealistas encontraron en los objetos una poderosa arma con las que realizar sus reivindicaciones feministas.

Por último, llegamos a la naturaleza en el cuarto bloque: El pensamiento salvaje. Allí se explora la aproximación del surrealismo y el diseño a la vegetación, a las formas, lo orgánico, etc. También a otras culturas “más primitivas” alejadas de la cultura occidental. Todo ello se une en la actualidad a reivindicaciones sociales. Así, los hermanos Fernando y Humberto Campana construyen una estantería con forma de cabaña india. Diseños para un planeta superpoblado: los recolectores (2009), de Dunne&Raby, por su parte, crean objetos con inspiración surrealista, que necesitaríamos para vivir en el año 2050. Asimismo, tenemos la oportunidad de observar cómo las tecnologías se alían con el surrealismo. Si los autores iniciales utilizaban “la escritura automática”, una técnica mediante la que intentaban escribir lo primero que se les viniera a la cabeza tratando de escapar de toda racionalidad, la tecnología 3D está permitiendo algo así como “el diseño automático”. ScketchChair de Front Design (2005) es una silla dibujada en el aire con los primeros movimientos que vienen a la cabeza, que son registrados en un ordenador e impresos en 3D.

Además, CaixaForum Sevilla celebrará un ciclo de conferencias los miércoles 26 de mayo y 2 y 9 en horario de tarde de que aportarán una visión holística en relación al surrealismo, con títulos tan sugerentes como Materiales tabú para una nueva realidad, Moda entre la función y la ficcióny Cocina y diseño más allá de los sentidos.

Para garantizar la seguridad de los visitantes y el cumplimiento de las medidas sanitarias contra la Covid-19, CaixaForum Sevilla aplica un protocolo de seguridad e higiene que incluye la limpieza y desinfección periódica de los espacios, el aforo limitado en las exposiciones y a las actividades, para garantizar en todo momento la distancia de seguridad entre personas, así como el uso obligatorio de la mascarilla y la disponibilidad de gel hidroalcohólico.

 

 

 

 

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