El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha acordado la apertura de juicio oral contra un hombre al que la Fiscalía acusa de presuntamente asesinar a su primo y robarle 100 gramos de droga que tenía en su casa de la capital malagueña. Además, se juzgará también a otro hombre por un delito de encubrimiento.
Así consta en un auto del juzgado, en el que se establecen los hechos que serán expuestos en el juicio para determinar si quedan probados o no y se señala como órgano competente para el enjuiciamiento el Tribunal del Jurado. El fiscal pide 30 años de cárcel para el principal acusado y un año y nueve meses para el otro.
Según el escrito, la víctima vivía en el barrio de la Trinidad de la capital malagueña y mantenía una relación con una mujer desde hacía 13 años, teniendo tres hijos en común. Desde dicha casa, supuestamente se dedicaba a la venta de droga a pequeña escala, acudiendo solo los clientes que eran de confianza, y además era utilizada como almacén.
Los hechos sucedieron el 29 de marzo de hace dos años. El hombre y su familia estaban comiendo en casa de su suegra y él abandonó el lugar porque supuestamente había recibido llamadas de compradores en su móvil. En ese momento, según los escritos provisionales, tenía más cantidad de droga de lo habitual, unos 100 gramos de cocaína guardados en la cocina.
Para las acusaciones, el procesado se dedicaba también a la venta de estas sustancias y sabía a lo que se dedicaba el otro y que tenía droga; de forma que ese día fue a su casa presuntamente "con el ánimo de apropiarse" de la cantidad que tuviese, llevando un cuchillo. Una vez allí "de forma súbita y repentina le asaltó y se abalanzó sobre él".
La víctima tuvo "un gran sufrimiento" causado supuestamente por el acusado con su agresión, siendo algunas de las múltiples heridas que presentaba "innecesarias para causarle la muerte, sufriendo agónicamente mientras se desangraba", según se desprende de los escritos iniciales de las acusaciones.
El acusado, antes de abandonar la vivienda, presuntamente "se apoderó de los 100 gramos de cocaína que la víctima guardaba", ya preparados en papelinas; así como de un reloj. Después, fue recogido por el otro procesado --por un delito de encubrimiento-- y juntos "tramaron una coartada con la que pretendían dificultar las pesquisas" sobre la agresión.
La magistrada que ha instruido el caso considera que se debe abrir juicio oral según los contenidos de los informes y atestados policiales, que, entre otros indicios, apuntan a la existencia de una huella del principal procesado localizada "a escasa distancia del cadáver hallado en la cocina de la vivienda".
Por estos hechos, se acusa al principal procesado por un delito de asesinato y otro de robo y la Fiscalía, además de 30 años de prisión, que se indemnice a la esposa de la víctima con 100.000 euros y a cada uno de los tres hijos con 90.000 euros, así como con 80.000 euros a la madre, y que se acuerde el alejamiento y prohibición de comunicar con estos perjudicados por diez años más que la pena de prisión.
La acusación particular, en representación de la pareja, solicita que se le impongan al principal acusado la misma pena; mientras que la representación de la madre eleva a 30 años de prisión la petición por el delito de asesinato, manteniendo los cinco años por el de robo. Las defensas de los acusados instan a que sean absueltos.