El delegado de la Junta de Andalucía de la provincia de Sevilla, Ricardo Sánchez, junto con el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, dependiente de la Consejería de Salud y Familias, José María de Torres, se ha vuelto a reunir de forma telemática con los alcaldes de los municipios de Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor, para informarles sobre el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental, dentro del Plan Estratégico de Vectores con incidencia en la salud, un marco en el que ha destacado la "total implicación" de la Junta ante "una situación excepcional de alerta de salud pública", a la par que ha insistido en que las actuaciones de desinsectación y de desinfección son competencia municipal.
En un comunicado, la Junta resalta que este programa ha sido diseñado por la Consejería de Salud para minimizar el impacto del mismo en la población humana tras el brote de 2020 que se saldó con un total de 76 casos --40 confirmados y 36 probables--, figurando 71 de esos casos en Andalucía y cinco en Extremadura y siendo estas tres poblaciones sevillanas las más afectadas por el brote.
En esta reunión, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla ha puesto de manifiesto la necesidad de poner en marcha este plan que ha desarrollado la administración andaluza "desde la responsabilidad de ayudar a los municipios a reducir las enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos o garrapatas, potenciando, coordinando e integrando la vigilancia y el control en diferentes ámbitos como el ambiental, el ganadero, el silvestre y de vigilancia epidemiológica humana con un enfoque 'one health' (una salud)".
Sánchez ha destacado "el enorme esfuerzo del Gobierno andaluz para minimizar los riesgos" de la transmisión desde que el año pasado aparecieron los primeros casos, resaltando la "gran labor de coordinación entre administraciones y la total implicación de la Consejería de Salud y Familias ante una situación excepcional de alerta de salud pública".
Además, hace referencia a que, según un informe emitido por la Asesoría Jurídica de la Consejería de Salud y Familias a petición de la Dirección General de Salud Pública, la competencia para la asistencia económica de los costes derivados de la ejecución del proyecto necesario para llevar a cabo la medida de control del vector causante del brote, declarado en las localidades de Coria del Río y Puebla del Río, "recae en el Ayuntamiento que promovió dichas labores de desinsectación y desinfección, y que fueron llevadas a cabo directamente por sus propios servicios oficiales, a través de los servicios de la Diputación provincial o bien indirectamente por empresas privadas dedicadas a tales efectos".
Del mismo modo, según se desprende en este informe, las actuaciones de desinsectación y de desinfección llevadas a cabo por algunos municipios, en este contexto del brote del Nilo Occidental, "quedarían adecuadamente enmarcadas en su ámbito competencial, tanto desde el punto de vista territorial como desde el punto de vista material, conforme a lo previsto en la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases de Régimen Local".
Explica que las condiciones ambientales de Andalucía, favorables a la proliferación de ciertas especies de vectores, las rutas migratorias de aves, el cambio climático y la globalización son algunas de las causas por las que la incidencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores están sufriendo "importantes modificaciones que requieren de una estrategia integradora de todas las administraciones implicadas y de una comunicación fluida y precisa a la población andaluza, tal como se manifestó en el pasado brote de Fiebre del Nilo Occidental".
Por ello, señala que la elaboración de un plan estratégico en este ámbito es "imprescindible" de cara a abordar, entre otros, aspectos claves como son la caracterización de la presencia y distribución de vectores competentes en la transmisión de estas enfermedades, principalmente diferentes especies de mosquitos o garrapatas; la presencia de virus emergentes en ellos; la implantación de programas de vigilancia y control vectorial que sean eficaces para luchar contra la proliferación de estas especies de vectores; la comunicación y coordinación con otras administraciones y la población; además del desarrollo de un plan de formación para que los profesionales que participen de manera activa, tengan el conocimiento técnico y capacitación necesaria, a través de la formación y adiestramiento en técnicas de inspección, monitoreo y control de mosquitos o garrapata.
El plan, cuyo ámbito territorial comprende a toda la comunidad autónoma de Andalucía, se mantendrá activo de forma continua, centrando las distintas actuaciones en la época del año que se considere más adecuada, según los vectores, la enfermedad concreta y la evolución de la situación epidemiológica.
Para conseguir estos objetivos, el plan contempla, entre otras acciones novedosas, la identificación de las variables por tipo de enfermedad, que permitan evaluar el riesgo para la salud humana, derivado de la presencia de vectores y de la circulación de virus en los distintos territorios andaluces, estableciendo un sistema que integre toda la información procedente de las distintas fuentes actuales --animal, medio ambiental y humana-- ampliando las mismas y generando nuevas vigilancias, potenciando la vigilancia entomológica en espacios naturales y urbanos.