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Granada

Estafa a un nonagenario más de 40.000 euros mientras le enseñaba a usar el móvil

A través de disposiciones bancarias efectuadas con su propio teléfono móvil, pues le visitaba algunas tardes con la excusa de instruirle en el uso del celular

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  • Policía Nacional. -

La Policía Nacional de Granada ha detenido a una mujer acusada de estafar más de 40.000 euros a un anciano de 91 años a través de disposiciones bancarias efectuadas con su propio teléfono móvil, pues le visitaba algunas tardes con la excusa de instruirle en el uso del celular a cambio de una pequeña cantidad de dinero y aprovechaba esos momentos para realizar las operaciones.

La detenida, de 30 años, nacionalidad marroquí y en situación irregular, empleó parte del dinero en la compra de cupones y otros juegos de azar en grandes cantidades. Ya ha sido puesta a disposición judicial por estos hechos y se ha incoado un expediente de expulsión de carácter preferente, según informa en una nota el Cuerpo Nacional de Policía.

La investigación comenzó el pasado noviembre a raíz de que el hijo del anciano denunciara que su padre había sufrido numerosos movimientos en su cuenta que él no había ordenado. Concretamente se detectaron 53 transferencias bancarias a un número de cuenta desconocido perteneciente a una entidad bancaria distinta de la del titular por una cuantía superior a los 34.000 euros. Otras cuatro transferencias a una segunda cuenta también desconocida sumaron más de 3.300 euros y también se comprobó la existencia de 16 operaciones con código móvil, en las que se habrían librado más de 3.000 euros.


Este tipo de operaciones permiten sacar dinero de un cajero sin la necesidad de utilizar una tarjeta, simplemente con teclear un código numérico que es enviado por la entidad bancaria al teléfono móvil del solicitante y titular de la cuenta.

Todas estas operaciones tuvieron lugar entre el mes de septiembre de 2019 y el mes de noviembre del año pasado, momento en el que se presentó la denuncia. Las disposiciones bancarias tenían como denominador común el hecho de haber sido realizadas con el teléfono móvil del titular y a través del sistema de banca online proporcionado por la entidad bancaria.

La presunta autora conocía al nonagenario, al cual visitaba algunas tardes con la excusa de instruirle en el uso de su teléfono móvil.
Estas visitas, sabiendo que esta persona vivía sola, eran aprovechadas para tener acceso a la aplicación de banca online instalada en dicho aparato y realizar las operaciones bancarias que le habrían permitido estafar más de 40.000 euros. A cambio de esta supuesta enseñanza, llevada acabo con una periodicidad semanal la detenida recibía pequeñas cantidades de dinero en metálico.

MÁS VÍCTIMAS

Una vendedora de la ONCE, con la que la presunta autora había entablado amistad a raíz de las cuantiosas compras de cupones y otros boletos de distintos juegos de azar de esta misma organización, que dicha persona realizaba de manera habitual llegando a gastar hasta 1.000 euros diarios, también fue engañada.

La presunta autora convenció a la vendedora para que le facilitase su número de cuenta, siendo allí donde recibiría el pago de los cupones y boletos retirados sin ser abonados, con la excusa de que eran para un grupo de personas que se lo pagarían a ella en el momento de la entrega para, con posterioridad ingresarle dichas cantidades en su cuenta.

Fue precisamente en esta cuenta donde se recibieron, a través de cuatro transferencias, un total de más de 3.300 euros procedentes de la cuenta saqueada. Un amigo de la detenida fue igualmente embaucado, consiguiendo que le facilitase su número de cuenta y su tarjeta bancaria, argumentando que era una estudiante universitaria que necesitaba recibir el dinero que su madre le enviaba desde Marruecos para sus gastos comunes.

Esta segunda cuenta recibió nada menos que 53 transferencias por un valor total superior a los 34.000 euros. El dinero transferido era retirado el mismo día en que efectuaba la operación. Una segunda forma de vaciar la cuenta fue la de disponer entregas de dinero en cajeros automáticos a través de un código recibido en el móvil. Con este modus operandi la presunta autora se habría apropiado de más de 3.000 euros en 16 ocasiones distintas.

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