La madrugada de este jueves, 17 de diciembre, será recordada seguramente por numerosos comerciantes y vecinos del centro de la localidad. Al menos media docena de negocios de los más variados tipos eran objeto de robo o intento del mismo por parte de un grupo de delincuentes, entre los que habría, al menos un detenido. Llama la atención el hecho de que los ladrones hayan puesto su objetivo en establecimientos que no se encuentran entre los más habituales en este tipo de acciones, como una ferretería, una peluquería o una tienda de ropa. Entre los afectados están Ferretería Navarro, en calle Veracruz; Lov, en Carrera de las Mercedes, y Óptica Lupiáñez, en calle Alonso Alcalá, pero también establecimientos de hostelería, como la churrería del Paseo de los Álamos, o una peluquería en la calle República Argentina. El clima general que ha causado entre vecinos y comerciantes es de miedo e indignación.
Los hechos se produjeron, según diferentes testimonios, en torno a la una y media de la madrugada, hora en que tenía lugar una ola de asaltos de una forma rápida y consecutiva. Ferretería Navarro, en calle Veracruz, fue uno de los establecimientos que se ha llevado la peor parte. En declaraciones a este periódico, Lola Navarro, aún con el nerviosismo y la desazón de una noche sin dormir, explica la experiencia vivida. “Cuando acudimos habían reventado la puerta, habían abierto la caja registradora y se habían llevado género del interior. Aquí había uno, mientras otros intentaban abrir otras tiendas. Fue como una película de terror. Mi hermano y yo nos pusimos a perseguirlos, mientras la Policía y Guardia Civil perseguían a otros. Mi hermano, que llevaba un martillo, se puso a golpear donde podía y a gritar ¡fuego, fuego!, al menos para hacer ruido y alertar a los vecinos. En el Llanillo, vimos que estaban entrando en Lov, forzando la puerta. El que estaba entrando se fue hacia nosotros y comenzó a proferir gritos en su idioma, al tiempo que nos amenazaba con un palo de madera, eran árabes”, relata. Los daños, en este establecimiento son cuantiosos. A los destrozos en la persiana metálica y puerta, hay que añadir el robo de la caja registradora y otro material, lo que en conjunto podría sumar varios miles de euros.
Patricia Padilla, propietaria de la tienda de ropa y complementos Lov, en Carrera de las Mercedes, se muestra agradecida a los Navarro, gracias a cuya intervención, asegura, los ladrones no robaron su establecimiento. “Cuando ellos llegaron, uno había forzado la persiana y estaba ya dentro del local”, asegura mientras muestra los daños causados en la puerta de cristal. También ella confiesa haber pasado una noche sin dormir, aunque, al menos, no tiene que lamentar pérdidas mayores que las ya indicadas.
Otro establecimiento en el que intentaron acceder los delincuentes fue Óptica Lupiáñez. Carmen Fuentes Serrano cuenta que “al parecer habían venido ya sobre las doce y media y habían intentado forzar la puerta; luego habrían vuelto sobre la una y media, pero tampoco lo consiguieron. Por fortuna, no parece que fueran muy profesionales”. En efecto, los delincuentes no consiguieron acceder al interior.
Tanto en el caso de Óptica Lupiáñez como en el de Lov, los testimonios recabados por este medio coinciden en un detalle, la referencia a un hombre de aspecto extraño que habría aparecido por ambos establecimientos la tarde anterior y que podría desempeñar el papel de observador previo o informante, para la posterior realización de los robos. Los diferentes relatos parecen coincidir, igualmente, en que se trataría de, al menos, cuatro individuos, que actuarían por separado, al menos en dos grupos, y de los que se habría detenido a uno. Alcalá la Real Información se ha puesto en contacto con Policía Local de Alcalá, que no ha aportado información sobre lo sucedido. Tampoco ha sido posible obtener más información por parte de Guardia Civil.
