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Jueves 02/05/2024  

Andalucía

Isotrol y la estrategia de Darwin

Adaptación e innovación son las claves de los 25 años de negocio que acumula Isotrol, una empresa que ofrece soluciones a través de las TIC pero basadas en el software libre, un ámbito en el que han conseguido posicionarse ante la crisis y de cara al futuro

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  • El presidente de Isotrol José Luis Calvo (izq) ) y Beltrán Calvo (dcha) posan junto a Martín Soler en un acto del 25 aniversario de la empresa.
El futuro no es de los más fuertes sino de los que mejor se adaptan. Esta máxima de Charles Darwin resume la historia de Isotrol, una empresa nacida hace 25 años para aportar soluciones a sus clientes a partir de los sistemas de información, las que ahora se engloban dentro de las TIC o Tecnologías de la Información y la Comunicación, y que ha conseguido adaptarse al mercado y aportar soluciones a las cambiantes necesidades de las empresas, en campos tan variados como las energías renovables, los utilities, la industria y los servicios, o las administraciones públicas.
Allá por el año 84 un grupo de ingenieros industriales se unieron con la idea de crear una empresa que ofreciera servicios de información y control a través de las tecnologías de software. Su punto fuerte, como explica su consejero delegado, Beltrán Calvo, era el software libre. Pioneros y potenciadores de las fuentes abiertas, ofrecían un elemento clave a su cliente, Sevillana de Electricidad (ahora Endesa), con el software libre: a partir del Unix -el precedente del Linux-, Isotrol quitaba “todo lo que no necesitábamos y que daba menos potencia al hardware, adaptándolo a las necesidades de la empresa”. Un segundo de respuesta es básico en un sistema de control de una red eléctrica, por lo que necesitas “o mucha potencia o un software muy optimizado”, algo que Isotrol ofrecía a través del software libre. Por eso Endesa sigue siendo su cliente.
Esos fueron sus inicios. Beltrán Calvo repasa la vida de la empresa, desde esos años 80 en los que se centraron primero en el sector eléctrico -ahora el control lo ofrecen para las energías renovables, con bastante éxito- y luego en la industria general. Hasta principios de los 90: “tuvimos muchos trabajos, crecimos bastante durante varios años, con la crisis enmascarada en todo lo que rodeó la Expo 92”, una vorágine que dejó en la calle a muchas empresas cuando llegó la crisis del 94.
Calvo reconoce que esa crisis, que fue muy dura hasta que comenzaron a remontar de nuevo en el 97, fue el origen de su especialización. “Tuvimos que hacer muchos viajes a Madrid, a convencer a Unión Fenosa, a Red Eléctrica Española, a Gas Natural...” pero desde entonces llevan creciendo de forma constante, algo más de un 10 por ciento al año, ganado experiencia en los mercados y diversificando su actividad hacia el ámbito de las energías renovables, el agua y el sector público. Su experiencia en los estándares abiertos le ha hecho ganar posiciones en los sistemas de gestión de control tanto de instalaciones renovables como de redes de agua y energía.

cualificación y experiencia
Para Calvo, el hito de la empresa llegó cuando en 2001 deciden trasladarse a la Isla de la Cartuja y levantar su sede social, el Bluenet, que inaugurarían en 2006. Ahora, son una empresa de referencia dentro del Parque Tecnológico Cartuja 93 y tienen 267 profesionales con un alto nivel de cualificación, ya que el 52% de ellos son titulados superiores, una plantilla muy tecnificada que combina la juventud (la media de edad es de 31 años aunque con 5 ó 6 años de experiencia) con el bagaje de su equipo directivo, cuya media de edad supera levemente los cuarenta años pero que tienen a sus espaldas más de 15 años de experiencia.
La combinación de ambos les hacer ser “razonablemente confiados en el futuro porque estamos razonablemente preparados”, aunque reconoce que la crisis “se va a quedar un tiempo”. Por eso han diseñado un plan estratégico basado en la optimización interna, de su estructura operativa, para conseguir mejores herramientas para ser competitivos. “Claridad en las líneas de negocio, en los productos e innovar” son sus recetas ante la crisis, aunque Beltrán Calvo tiene claro que una cosa es la planificación y otra trasladarla al mercado.
Por eso es básico innovar para adaptarse al mercado y, sobre todo, contar con profesionales que tengan aptitud, es decir, formación, y actitud, porque no se puede ser “pasota”. Calvo reflexiona a la vez sobre varios conceptos que ahora se plantean con la crisis. Citando a Luis Rojas Marcos, el renombrado psiquiatra, diferencia entre el pesimista que adopta una actitud pasiva y deja que la ola lo arrastre, y el optimista que, con una actitud activa, intenta controlar algunos de los condicionantes que rodean la crisis. “Si te buscas un flotador, seguro que la ola te afecta menos”.
Optimismo y adaptación. Darwin: “no se puede ir contra el mercado, te puede funcionar algo durante cinco años pero si no te adaptas, dentro de diez seguro que no funciona”. Hay que estar preparado y tener actitud, sólo sobreviven los que mejor se adaptan. “No me creo las grandes ideas si no hay actitud”, apunta Beltrán Calvo, “y la innovación es una actitud aunque también es agresiva, es un cambio continuo y a veces muy fuerte, es la no complacencia, porque o cambio o me hundo”.

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