La denominación de origen protegida de la aceituna Aloreña de Málaga prevé que la campaña de este año será media, con más kilos que en la campaña pasada, y el fruto podría aumentar su calibre si se producen precipitaciones en los próximos días.
El verdeo ha comenzado este jueves y repercutirá en la provincia de Málaga con un volumen de negocio valorado en doce millones de euros, que supondrá el sustento de más de 4.000 familias relacionadas directamente con el sector, ha informado el consejo regulador de esta denominación de origen en un comunicado.
Según el consejo regulador, está prevista la recogida de cuatro millones de kilos de aceituna para aderezo, de los cuales habrá que verificar cuántos saldrán al mercado certificados con la denominación de origen Aloreña de Málaga.
En esta campaña cumple doce años la denominación de origen, un distintivo de calidad que protege y certifica el cumplimiento desde su cultivo hasta su envasado, verificando los estándares de calidad que establece el consejo regulador.
La recolección de las aceitunas, conocida como “ordeño”, es totalmente manual y las cuadrillas las recogen a mano y las depositan en los canastos recubiertos de tela de saco, en cubetas o en los “macacos”, para evitar que los golpes dañen o estropeen las aceitunas, que son muy delicadas.
Esto implica que los costes de recolección de esta variedad de aceituna son superiores a los de otras variedades ya que, además, es imposible su mecanización debido a la orografía del terreno de los olivares.
Las aceitunas con denominación de origen, tras ser recogidas, son transportadas a la planta de aderezo en cajas aireadas para evitar que se deterioren.
Una vez allí, pasan a una clasificadora que las separan en función de su tamaño, y son las aceitunas extras y primera las que se aliñan y envasan para ser certificadas por el consejo regulador.
Tras este proceso, estas aceitunas son etiquetadas con la precinta de calidad que asegura los controles favorables que ha emitido este consejo regulador.