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El fuego de Quesada se ceba con el paraje que ardió en 2015

El incendio, provocado por un rayo en el Puerto de Tíscar, evolucionó favorablemente anoche, aunque todavía estaba lejos de estar controlado

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Imagen de las tareas de extinción del incendio

El presidente de Diputación, Francisco Reyes, visitó la zona por la tarde

La subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, durante la visita al dispositivo del Infoca

El incendio forestal iniciado la tarde del miércoles en las inmediaciones del Puerto de Tíscar, en Quesada, permanecía sin control al cierre de la edición de ayer. El alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, lamentó el “hachazo medioambiental” que este fuego va a provocar sobre uno de los parajes naturales de mayor valor paisajístico del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, a pocos metros de la Cueva del Agua (declarada Monumento Natural el pasado año) y de las Pinturas Rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad. El director de extinción del dispositivo desplegado declaró la evolución favorable del mismo a las 19,09 horas.

Justo al cumplirse cinco años desde que un gran incendio devastara casi 10.000 hectáreas del interior de este espacio protegido, otro fuego, también provocado por un rayo, ha devuelto la desolación a esta zona del parque natural.   Se trata del principal incendio forestal en lo que va de verano en Andalucía, como lo demuestra el amplio despliegue de medios que se han movilizado para intentar su control, muchos de ellos llegados de otras comunidades autónomas.   En concreto, el dispositivo sumaba ayer tarde el despliegue de 400 profesionales y 38 medios aéreos. El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico reforzó los trabajos con 3 aviones Canadair de 5.500 litros de capacidad procedentes de las bases de Málaga y Torrejón (Madrid); tres helicópteros Kamov con capacidad de carga de 4.500, provenientes de las bases de La Almoraima (Cádiz), Huelma (Jaén) y Caravaca (Murcia).  Las labores de extinción están siendo altamente complicadas  debido a la orografía de un terreno escarpado y muy dificultoso. Un bombero forestal resultó con heridas leves cuando participaba en las tareas de extinción, y una familia tuvo que ser desalojada de la aldea de Belerda por la proximidad de las llamas.

El alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, destacó a primera hora de la mañana que habían   amainado las fuertes rachas de viento que desde la tarde de este miércoles azotaba la zona, un viento que volvió al medio día de ayer jueves, justo cuando el fuego se expandía en dirección al municipio de Huesa. La Junta de Andalucía informaba, a través del Plan Infoca,  de que, sobre las dos y media de la tarde, el “incendio permanece sin llama en su perímetro, pero con puntos calientes en zonas del interior”. Y explicaba  que van a ser vigilados y liquidados por el operativo desplegado, intensificando su dedicación para evitar que durante las horas centrales del día, horas de mayor riesgo por calor, pueda presentar alguna reactivación. “Con 36 grados a la sombra y una humedad ambiental del 15% ahora toca estar muy atentos para evitar reactivaciones”, se advertía desde el propio Infoca. El alcalde de Quesada ha exigido a la Junta de Andalucía la restitución del puesto de vigilancia del Puerto de Tíscar, que se cerró hace meses. Según Vallejo, este punto de vigilancia es vital para divisar con prontitud los fuegos y para agilizar las tareas de extinción. También ha pedido más recursos.


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