Una empresa malagueña ha logrado minimizar el uso de insecticidas químicos para el control de las plagas en los jardines, y en su lugar emplea la suelta controlada de insectos depredadores o que parasitan a los que afectan a la vegetación con más frecuencia, como mariquitas o escarabajos.
Grupo Lagar, con sede en la capital malagueña, desarrolla un sistema de mantenimiento ecológico de jardines en hoteles de lujo de la Costa del Sol, grandes villas y urbanizaciones, así como en instalaciones deportivas y centros comerciales, entre otros, según han informado desde la empresa en un comunicado.
Entre las plagas más habituales, los pulgones se combaten de una forma sostenible mediante la introducción de mariquitas, que son depredadoras naturales; y de un tipo de avispa parasitaria, según han explicado desde la compañía. Para la araña roja se emplean unos ácaros específicos; y para las cochinillas se introduce en el hábitat un pequeño escarabajo y otra variedad de avispa.
Estos tratamientos se aplican de forma preventiva antes de la primavera y se trata de insectos que no son perjudiciales para los turistas ni para los residentes, y que pasan habitualmente desapercibidos. También se utilizan algunos aceites esenciales que no dañan al medio ambiente.
Grupo Lagar nació en 2008 de la mano de dos socios, Joseba Laserna y Luis García. "Éramos vecinos y empezamos comprando la maquinaria básica para llevar nosotros mismos el mantenimiento de jardines en la zona de Rincón de la Victoria, mientras estudiábamos en la Universidad de Málaga", ha señalado Laserna, director general de la sociedad, que ya da trabajo a 50 empleados y que ha seguido creciendo en plena pandemia.
"Desde nuestros inicios como empresa hemos querido reducir al máximo el impacto de la actividad de la jardinería sobre el medio ambiente", ha añadido.
Dentro de esta apuesta por la sostenibilidad, la mayor parte de la maquinaria que emplean los jardineros --cortacésped, cortasetos, sopladores, etcétera-- es eléctrica, frente a las tradicionales de gasolina, con lo que se evita la contaminación atmosférica y el ruido. Asimismo, utilizan fertilizantes naturales como el estiércol, el guano, las algas y el humus de lombriz.
"Nos hemos dado cuenta de que son más eficaces que los abonos químicos tradicionales, y además no contaminan la tierra", han señalado, apuntando que también han sustituido los herbicidas sintéticos por otros productos respetuosos con la tierra y la fauna residente en el jardín, tales como el vinagre, el ácido cítrico y la retirada a mano. La ropa de trabajo de la plantilla está hecha con algodón ecológico certificado.
Entre los principales clientes de Grupo Lagar se encuentran hoteles de lujo de la Costa del Sol; así como villas singulares y urbanizaciones de esta zona y de Sotogrande. Entre las marcas que componen la sociedad también aparece Huertum, que está especializada en la implantación de huertos en zonas urbanas, especialmente en colegios, conjuntamente con los ayuntamientos, para fomentar la educación ambiental y alimenticia de los escolares y de sus familias.