El Juzgado de Instrucción y del Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha decretado el ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza para a J.M.C.G, de 32 años, quien ha sido detenido por la Guardia Civil en Castilblanco de los Arroyos por presuntas amenazas graves y lesiones a su mujer, a quien habría amenazado con una pistola en la vivienda; así como por presunto tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.
En una nota de prensa, el instituto armado señala que la investigación tuvo comienzo cuando los vecinos alertaron a los servicios de emergencias de que una mujer se encontraba "pidiendo socorro por estar recibiendo amenazas con un arma corta de fuego".
"Desde ese momento, la Guardia Civil realizó numerosas pesquisas y se consiguió ubicar el inmueble donde se encontraba el presunto agresor, así como corroborar las informaciones sobre la posibilidad de que existiera un arma corta en el domicilio, procediendo a la detención del presunto autor", señala.
Tras contar con el preceptivo mandamiento de entrada y registro, se llevó a cabo el operativo policial, que se saldó con la aprehensión del arma corta utilizada en las amenazas, que "estaba oculta bajo una losa y tenía el número de serie y sello de fábrica manipulados, lo que hace sospechar a los investigadores que pudiera provenir del mercado negro".
Además, señala que en el interior del domicilio y oculto en una de las habitaciones existía "una completa instalación para el cultivo en interior de marihuana".
A ello, suma que en otras dependencias y ocultas en el marco de una puerta se intervino una balanza de precisión y un envoltorio con cocaína de gran pureza, además de una pequeña plantación de marihuana en el exterior de la vivienda, "quedando totalmente desarticulado un punto de ventas de drogas por menudeo".
Fruto del análisis de la infraestructura de la plantación de marihuana interior, los agentes detectan que el fluido eléctrico utilizado, se realiza mediante un enganche a la red eléctrica de forma ilegal, por lo que se le atribuye igualmente un delito de defraudación de fluido eléctrico.
Durante la investigación la Guardia Civil ha contado con la estrecha colaboración por parte de la Policía Local de la localidad de Castilblanco de los Arroyos.