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La cesta de la compra se dispara con la pandemia

Facua exige que se “controlen” los precios de los productos fundamentales, con subidas de hasta un 46%, y COAG denuncia el papel de los "especuladores"

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El 82,8% de los consumidores ha detectado subidas de precios en las cadenas de supermercados donde realizan sus compras durante el estado de alarma, frente a un 17,2% que no ha notado incremento alguno, según una encuesta realizada por Facua-Consumidores en Acción a través de su cuenta de Twitter durante 24 horas esta última semana, en la que han participado más de 10.000 usuarios. ¿Se ajusta a la realidad?Aunque los datos no son el resultado de una comparativa de precios en los supermercados, sí reflejan el sentir general de los consumidores cada vez que vuelven a casa con la cesta de la compra cuando se cumple la sexta semana de confinamiento. “Han subido los precios de las verduras, del pescado y no hay ofertas”, señala una señora mientras comprueba su ticket provista de guantes y mascarilla, más difícil todavía. La ausencia de las promociones también es bastante llamativa. “Hace tiempo ya que no veo ninguna oferta”, lamenta.

Volviendo a la encuesta, mientras un 19,2% de los consumidores aprecia que las subidas se han dado en la mitad de los productos que adquieren en los supermercados donde compran y el 48,2% cree que se han producido en la mayoría. Para el presidente de Facua en Cádiz, David Cifredo, la percepción de los consumidores pone de manifiesto una realidad que se produce siempre “en situaciones terribles”. “No se puede utilizar esta situación de crisis para aprovecharse y obtener beneficios”, advierte. En este sentido, Cifredo hace una llamada a las administraciones públicas “para que se tengan en cuenta estas situaciones” y se “controlen” los precios en los servicios fundamentales. “Nos encontramos con lo de siempre: productores  con precios muy bajos y una cadena de productos que se incrementa hasta llegar al lineal de forma superlativa, sin tener sentido. En algún momento tenedremos que hacer reflexión de lo que está ocurriendo con los dos extremos de la cadena alimentaria”.

No hay que perder de vista que la propagación del coronavirus y la declaración del estado de alarma llegaron en plena campaña de movilizaciones históricas de los agricultores para reclamar precios justos, tras llevar años ahogados por unos precios en origen a niveles de hace décadas, mientras los costes de producción están disparados. Unas circunstancias que además de mantenerse, han ido a más durante esta crisis sanitaria, tal y como apunta Miguel Pérez, secretario provincial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG  Cádiz, para referirse precisamente a un sector que ha seguido ahí al pie del cañón en plena pandemia. “Ni ha parado ni puede parar”, resalta Pérez. No puede decir lo mismo del movimiento especulativo de las exportaciones de competencia ilegal que llevan sus productos a los supermercados desde Marruecos, Sudamérica u otros puntos “sin controles fitosanitarios de ningún tipo”, como ocurre con la cebolla, la sanía o el melón, estos dos últimos en plena campaña. Mientras tanto, los agricultores “estamos cumpliendo con el deber que es seguir trabajando para que las estantería estén llenas, pero es la situación es la misma que cuando estábamos manifestaciones”, recalca, y hasta peor, pues en el campo “están apretando de lo lindo”, indica.


¿Dónde están las ofertas?

El informe de precios que realiza COAG periódicamente y consultado por este medio no deja lugar a dudas. Según este indicador, en marzo las mayores subidas se concentraron en las frutas, verduras y hortalizas. Así, las mandarinas subieron un 45,7% respecto al mes anterior, el repollo un 28,2%, las zanahorias un 21,57%, las berenjenas casi un 20%, las naranjas un 17,42%, los pimientos alrededor un 14% y los plátanos un 12%. En el caso de la carne, el precio se ha disparado en sólo semanas en un 6,4% en el caso del cerdo; del 2,5% en el del pollo y del 1,8% en el del conejo. Los huevos también han subido un 3,52%, el aceite un 0,3%, mientras que el de la leche se mantiene.

Lo peor de todo, alerta COAG, es la caída “brutal” que se está produciendo paralelamente de los precios en origen en las hortalizas, a pesar del aumento del consumo en los hogares. Según datos oficiales que barajan, el consumo de hortalizas durante la pandemia se ha incrementado un 44%, mientras que los precios en origen descienden hasta un 77%, “una realidad vergonzante -afirma Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG Andalucía-, que demuestra una vez más que la cadena alimentaria no está controlada por los organismos competentes. “Estamos vendidos, la alimentación está a merced de intermediarios especuladores que no entienden de calidad, ni seguridad alimentaria, ni mucho menos de responsabilidad social en plena emergencia sanitaria”. Y a los ejemplos se remite: el pepino ha subido su precio un 40% y el calabacín llegó a costar 1,50 euros, el doble de su precio en origen. Góngora es tajante. Los especuladores, intermediarios de la cadena alimentaria, “están haciendo su agosto” a pesar del coronavirus, a costa del esfuerzo de los agricultores, que cobran “una miseria”.

 

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