La reina Isabel II se dirigió hoy a los ciudadanos del Reino Unido en un discurso televisado en el que les pidió que permanezcan "unidos" para superar la pandemia del nuevo coronavirus, que ha dejado ya casi 5.000 muertos en el país.
"Estamos luchando juntos contra esta enfermedad, y quiero garantizaros que si continuamos unidos y decididos lo superaremos", declaró la soberana, de 93 años, en un mensaje grabado desde el castillo de Windsor, al este de Londres, a donde se ha mudado temporalmente para protegerse de la enfermedad.
La jefa de Estado ensalzó la labor de los trabajadores sanitarios que están luchando en primera línea contra la expansión del virus, así como la de los empleados en puestos esenciales que continúan trabajando mientras gran parte de la población permanece confinada.
"Quiero expresar agradecimiento también a aquellos que se están quedando en casa, y con ello ayudando a proteger a los vulnerables y ahorrando a muchas familias el dolor que sienten aquellos que han perdido a sus seres queridos", afirmó.
En un discurso en el que se intercalaron imágenes de trabajadores sanitarios y de ciudadanos saliendo a aplaudir al exterior de sus casas, Isabel II pidió a los británicos que mantengan la calma y el buen humor en tiempos de crisis.
"Aquellos que vengan después de nosotros dirán que los británicos de esta generación eran tan fuertes como todos los demás. Los atributos de la autodisciplina, la determinación tranquila y bienhumorada, así como el compañerismo, todavía caracterizan a este país", indicó.
Rememoró asimismo los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y, en particular, su primera alocución radiofónica, en 1940, en la que también desde Windsor se dirigió a "niños que habían sido evacuados de sus casas".
"Hoy, una vez más, muchos van a sufrir una dolorosa separación de sus seres queridos. Pero ahora, tanto como entonces, sabemos, en lo más profundo, que esto es lo que debemos hacer", recalcó.
Durante sus cerca de siete décadas de reinado, Isabel II ha reservado sus intervenciones televisadas para momentos de particular trascendencia, más allá de su discurso navideño anual.
Se había dirigido a la nación en este formato por última vez en 2012, al celebrar los 60 años de su acceso al trono, y antes en 2002, tras la muerte de la Reina Madre; en 1997, tras el fallecimiento de la princesa Diana de Gales, y en 1991, durante la Guerra del Golfo.