Para los responsables sindicales, esta reunión “debe servir para buscar una salida al conflicto”, y consideran “importante” que la representación empresarial, con la que han tenido contacto en los últimos días, “haya sido sensible a la convocatoria de esta reunión, habida cuenta del problema humanitario en el que se está convirtiendo este conflicto”.
Los secretarios comarcales de CC OO y UGT consideran que la desesperación de estos trabajadores “los llevó a ponerse en huelga de hambre” y que “los interlocutores sociales debemos ser capaces de alcanzar un compromiso antes de que le pase algo irreparable”.
Ortega y Serrano no ocultaron su preocupación “por la situación de deterioro físico de los trabajadores”. Declararon haberles “conminado a deponer su actitud”, pero afirman respetar que persistan en su huelga de hambre.
Los sindicalistas invitaron a Acerinox a la reunión, “en el ánimo de que entre todos seamos capaces de encontrar una solución factible para estos trabajadores”.
En cuanto a los trabajadores, uno de los afectados comentó que “lo tenemos mentalmente muy claro, pero estamos ya durmiendo mal y mermando físicamente”. Aún así, el ex empleado de Liver comentó que “no vamos a perder la esperanza” y que están “dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias”.
Otro de los reivindicantes, de nombre David, comentó que el apoyo de los sindicatos es “de agradecer”, pero ellos lo que quieren es “un trabajo que nos pertenece y nos prometieron hace dos años”, apuntando además que de los 21 compañeros que estaban incluidos en ese acuerdo “sólo nosotros nos quedamos en el paro, hay algo que no entendemos”.
Familiares
El próximo lunes está previsto que los familiares se sumen a la huelga de hambre en el interior de la sede de los sindicatos, en la avenida Fuerzas Armadas.
