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Las hermandades viven sus cultos

En Cuaresma, las hermandades llevan a cabo numerosas  actividades, como los triduos o los quinarios y la función principal, que se desarrollan en bellos altares

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  • Altar de cultos de la Virgen de la Esperanza. -

Estamos viviendo los días de mayor actividad en nuestras cofradías que, al acercarse la Cuaresma, van tomando la vida que se le supone a lo largo de todo el año. Y, en estos días, las Casas Hermandad son auténticos hervideros de reuniones, mesas de estudio, análisis, quehacer y limpieza así como de mil y una de las actividades propias de estos días preparatorios de la gran eclosión que será el desfile penitencial por las calles onubenses.

Y dentro de estas actividades, todas las hermandades vienen desarrollando sus cultos interno,s por cuanto las cofradías penitenciales no se limitan a la salida procesional que realizan en Semana Santa sino que también, y durante todo el año, hacen cultos especiales en relación con sus estatutos, como al Santísimo Sacramento o a determinados titulares.

Pero es durante la Cuaresma y en los albores de la misma cuando se hacen cultos especiales y preparatorios a los titulares como preludio de la Semana Santa y que culminan con la función principal, en la que se juran las reglas de la cofradía y se imponen las medallas a los nuevos hermanos inscritos.

La nota más característica de estos cultos radica en la magnificencia que poseen al llevarse a cabo en altares efímeros, destacando por las estructuras de sus templos los que se montan en las parroquias del Sagrado Corazón de Jesús y de la Inmaculada Concepción.                  

Los cultos internos que actualmente se realizan son los quinarios, que duran cinco días, y los triduos, de tres días de duración y que finalizan con la función principal. Suelen estar dedicados en Cuaresma al titular crístifero de la cofradía, aunque algunas hermandades realizan funciones a titulares marianas con un marcado carácter pasional.

También se realizan besamanos y besapiés. Estos últimos se llevan a cabo en un importante número tanto el Miércoles de Ceniza como el primer viernes del mes de marzo.

Ya hemos escrito que las hermandades de Penitencia suelen hacer altares especiales para los cultos internos. Para ello, por parte de la Priostía y la Mayordomía se montan altares que suelen ocupar todo el Altar Mayor de la parroquia donde residen o, en su caso, en lugares especiales o las propias capillas de las hermandades.

Aunque puede realizarse durante todo el año, es en Cuaresma cuando suelen ser más espectaculares por su altura o por sus dimensiones. Son de gran aparato y varias alturas, con gran cantidad de candeleros y velas, así como de flores, que adornan todo el espacio del ábside de la Iglesia, siendo el eje principal del mismo la imagen titular de la cofradía.

Lógicamente, inciden de manera especial las actitudes artísticas del prioste, pues un buen altar de cultos debe conjugar muchos factores estéticos, luces, dimensiones, para que todo quede unido conforme un todo armonioso.

Para conjugar el espacio entre el propio altar y ábside, se suelen colocar blandones, candelabros de madera de grandes dimensiones y soportes para centros de flores, que hacen resaltar todo el Altar Mayor o capilla donde se disponga el conjunto.

Casi todas las cofradías disponen a sus titulares en altares especiales para sus cultos, de los que podemos destacar algunos de ellos que son auténticas obras de arte.

Se puede decir que los priostes y mayordomos son auténticos artistas por cuanto, en estos días, muestran su capacidad en los montajes de los diversos altares que se utilizan para los cultos internos de las distintas cofradías y, cada año, hay apuestas por determinar cuál ha sido el mejor altar montado para la ocasión.

 

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