El colectivo afectado ha explicado que el actual curso académico cuenta con 39 alumnos, seis en el Juan Carrillo y 33 en el Gonzalo Huesa. De éstos últimos, 18 sufren sufren algún tipo de discapacidad y el resto presentan necesidades especiales de educación como problemas de dislexia o hiperactividad, entre otros trastornos. La edad de los estudiantes varía entre los tres y 16 años. Ana González, familiar de un alumno en cuestión, ha insistido en que ha aumentado el número de alumnos que precisan atención especial respecto al año pasado, por lo que entienden por qué hay que compartir al profesorado, lo que se traducirá en una merma de la educación de dichos alumnos y que se trata de un problema grave. González ha reivindicado la integración de las personas con discapacidad en los colegios.
“Los profesores tienen más trabajo, lo que les impide dar todas las horas a los alumnos”, ha afirmado González al explicar que hay una merma en cuanto al número de clases de nueve horas, ya que uno de los tres profesores es Jefe del Departamento de Pedagogía Terapéutica; otra, Coordinadora de Cooeducación; y el tercero, es el Orientador del centro Gonzalo Huesa y, además, el Jefe de Estudios. Los dos primeros profesores son los que se comparten con el Juan Carrillo.
Ya se han puesto en contacto con la delegación provincial de Educación de la Junta de Andalucía que ha apuntado que no hay presupuesto para aumentar la plantilla de profesorado en este caso. Por su parte, la concejala de Educación del Ayuntamiento de Ronda, Lidia García, ha trasladado al colectivo la respuesta de la Junta tras ponerse en contacto con la administración autonómica: “Las necesidades de estos alumnos están cubiertas”.
No obstante, los padres y madres de los alumnos afectados acudirán a la delegación de Educación de la Junta en la capital y esperan la visita de un inspector. No descartan realizar acciones de protesta.