El primer ministro chino, Li Keqiang, urgió hoy a la Jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, quien desde el pasado sábado se encuentra en Pekín de visita oficial para reunirse con las autoridades chinas, a que siga haciendo esfuerzos para acabar con "la violencia y el caos" en la ciudad financiera.
En su primer encuentro desde que estallaron las protestas en la ciudad hace seis meses, Li reconoció ante Lam que "los desafíos" en la ciudad "han aumentado" en estos meses y que han supuesto un "serio revés" para la economía local, recogió hoy la prensa local.
"Hong Kong tiene todavía que sortear muchas dificultades. El Gobierno local debe seguir haciendo esfuerzos para poner fin a la violencia y el caos de acuerdo con la ley", dijo Li, quien también destacó la necesidad de "estudiar con urgencia" cómo solucionar los conflictos "más enquistados" en la sociedad hongkonesa.
Li añadió que la economía hongkonesa se enfrenta a una "recesión económica obvia", y que muchos sectores han sufrido "un duro revés".
"Es una situación complicada, grave y que no tiene precedentes", dijo Li, y añadió que el Gobierno chino sigue confiando en el Ejecutivo local de Lam para "restaurar el orden" en la ciudad financiera.
Según el primer ministro chino, Lam ha hecho "todo lo posible" para salvaguardar la estabilidad social, y ha puesto en marcha una serie de medidas para "estabilizar el empleo y ayudar a los negocios".
Lam, se encuentra en Pekín, donde comparecerá en rueda de prensa a las 18.00 hora local (10.00 hora GMT) tras reunirse con el presidente chino, Xi Jinping.
Se trata de la segunda vez que Lam visita la capital del país asiático desde principios de noviembre, y la primera desde que la oposición hongkonesa arrasara en las elecciones a consejeros del distrito del mes pasado.
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Sin embargo, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía han sido habituales.
Los meses de protestas han colocado a la economía de Hong Kong en recesión por primera vez en una década, tras contraerse un 2,9 % en el tercer trimestre, afectada por las caídas de las importaciones y las exportaciones, de las ventas al por menor y por las decrecientes cifras del turismo.
