Teatro A La Plancha estrena, en colaboración con el Teatro Central, su nueva producción, ‘Dolores’.
Selu Nieto, que habló con Viva Sevilla, y Esther Alonso protagonizan una comedia con tintes trágicos que aborda el amor desde una perspectiva nada convencional.
Las citas son el 22 y 23 de noviembre en la Sala B del Teatro Central de Sevilla.
¿Qué tipo de historia es ‘Dolores’?
–La verdad, es que, además de ser una historia que nos toca mucho personalmente, creemos que también va a tener mucho que ver con el espectador que se encuentre con ella. Le damos voz a Pepe y Pepi, un matrimonio dentro y fuera de las tablas que a día de hoy no son más que dos estrellas estrelladas. Ya no tienen las giras que tenían antes, ni cuentan con el apoyo del público, ya sólo se tienen el uno al otro por suerte y por desgracia. Se odian, pero se necesitan al mismo tiempo. Nos hemos apoyado en ellos dos y en el teatro, porque es nuestro mundo, pero realmente estamos hablando todo el tiempo del amor, en sus diferentes etapas y en sus diferentes vertientes: amor por el otro, por uno mismo, por los sueños por cumplir… Creo que los espectadores van a empatizar con estos dos pobres desahuciados de la vida y lo que es mejor, que lo van a poder hacer, además, a través de la risa, que es nuestra arma fundamental para poder hablar de cosas serias, sin que parezcan tan serias.
Con las alas del amor salté la tapia. ¿De qué tapia hablan?
–Es un homenaje a ‘Romeo y Julieta’. Esta obra nos lleva acompañando mucho desde que comenzó el proceso de ensayos y nos hacía gracia imaginar qué hubiera pasado si Romeo y Julieta no hubieran muerto y siguieran juntos después de cincuenta años. Esta frase en concreto la dice Romeo en la mítica escena del balcón, después de haber escalado. Claro que, además del homenaje, siempre hay algo más, hablamos de la tapia personal que es el miedo a lo que está por venir, la tapia de las frustraciones, la tapia de la soledad, la tapia del odio… Tapias hay muchas, cada uno tenemos la nuestra y nuestras alas particulares para poder saltarlas. Pero creo firmemente que lo que nos posibilita el impulso para despegar es el amor.
¿Es una historia apocalíptica a la vez que futurista?
–Por desgracia, me temo que la obra es más actual que futurista. El hecho de ubicarla en ese año, es porque al paso que van las cosas… mucho nos tememos que puedan seguir igual para entonces, o peor aún. En ‘Dolores’, muchos teatros han cerrado sus puertas, el apoyo e interés por la cultura ha desaparecido y los partidos políticos aún no se han puesto de acuerdo para formar gobierno. ¿Suena muy futurista? Espero que para el 2056 la cosa haya cambiado, aunque sea un poquito.
Háblenos Teatro a la Plancha
–Todo surgió en 2013 cuando nos unimos antiguos compañeros de la ESAD de Sevilla para investigar en Madrid. Los más 'jartibles' seguimos investigando y así nos salió nuestro primer espectáculo, “Meidey”, al que le siguieron “Los Perros” y “La última boqueá”. La verdad que esos tres espectáculos han tenido muy buena acogida por parte del público y se han llevado algún que otro premio. Pero la verdad que no es fácil tener una compañía de teatro autosuficiente en estos tiempos, de hecho un servidor ha sido casi el único 'jartible' que ha sobrevivido a este temporal.
¿Qué recorrido tendrá 'Dolores' después del Teatro Central de Sevilla?
–Ahora estamos centrados en el estreno en el Central. Agradecemos la colaboración a su director, Manuel Yanes, haciendo realidad nuestro sueño. Estamos cerrando fechas con otros espacios. Tras recorrer gran parte de España y México, ¡esperamos repetir!