Primera gran crisis de la temporada para el Recreativo de Huelva, un equipo configurado para estar arriba y pelear por el ascenso de categoría y que después de once jornadas, está dando más sinsabores que alegrías, síntoma de que las cosas no marchan bien y que urge un cambio de dinámica. Este domingo y ante un filial del Granada, que sólo había sumado un punto de sus cinco anteriores salidas, el Recre fue superado en todo, en calidad, en duelos, en definición, en intensidad y en fútbol. Los jóvenes chavales del equipo nazarí le dieron una lección de fútbol a un equipo confeccionado para estar entre los mejores y está claro que así es imposible que luche por el salto de categoría. Y esta vez la derrota fue justa, merecida e incluso hasta corta.
Hubo un solo cambio en el once titular albiazul, con la entrada después de casi dos meses inactivo del cántabro Quique Rivero en el sitio del sancionado Sergio Jiménez, mientras que el resto del equipo fue el mismo de la pasada jornada que perdió ante el líder Cartagena. Quique notó y mucho la inactividad y aunque no fue de los peores del equipo, fue superado por los jóvenes jugadores granadinos, que iban con una marcha más sobre el césped del Nuevo Colombino.
El Recreativo sabía que en esta jornada no podía fallar después de su mala racha de resultados, que no de juego, pero le costaba entrar en el partido en los primeros minutos y el que tenía la primera clara ocasión de peligro sería el filial granadino, cuando en el minuto 8, Aranda hacía un buen control y se adelantaba a Óscar Ramírez para plantarse en un balón dividido ante Nauzet, pero el canario le tapaba muy bien los espacios y le sacaba el mano a mano. A la segunda no fallaría el Granada, cuando en un robo en la salida del balón, Mario se iba de Quique Rivero y Morcillo y tras recortar a Gustavo, la colocaba en la escuadra de Nauzet con la zurda en un gol imparable. Muy mal comenzaban las cosas para un Recreativo al que le tocaba remontar, aunque muy poco tardó en reaccionar el Decano, cuando en un robo de Morcillo en el centro del campo y apertura para Isi Ros en el minuto 14, este regateó pero falló en el golpeo y su rechace lo enganchó Gerard Vergé para sacarse un disparo cruzado que batía a Rachveli. El Recre necesitaba despertar pronto porque un partido más en casa empezaba mal y tenía que mejorar con el paso de los minutos.
Quiles la tenía tres minutos después, con una buena contra lanzada por Chuli y pase en profundidad para el onubense, que tras recorte la ponía en la base del poste derecho pero se iba fuera por centímetros. El Decano seguía demostrando que tenía dinamita en ataque pero ofreciendo dudas un encuentro más en defensa.
Se llegaba a la media hora y el equipo tenía perdido por completo el centro del campo, estaba muy impreciso en defensa y solo aparecía por la enorme calidad que tiene de medio campo hacia delante. Isi Ros volvía a intentarlo en el 39 tras un gran pase de Óscar Ramírez pero su disparo lo enviaba a córner Rachveli. Y con pitos y muy malas sensaciones se iba al descanso un Recreativo que no mejoraba con el paso de los minutos y que era superado por un filial en zona de descenso.
Superado
Se reanudaba el partido y el Recre seguía igual de perdido en el centro del campo, sin control del juego, dominado por la calidad de los jóvenes jugadores del Granada y sin llegada ahora arriba, lo que provocaba que antes de llegar al descanso, Alberto Monteagudo buscara un revulsivo en el equipo, dando entrada a Carlos Martínez, que lo ubicaba como enganche, y Rubén Cruz por Gerard y Chuli, escorando en banda a Alberto Quiles.
Pero estaba claro que no era el día y en una contra por banda izquierda de Aranda, pase de la muerte para que Mario hiciera el doblete y le complicara y mucho las cosas al Decano, que recibía los pitos de su afición por primera vez esta temporada. Monteagudo se jugaba su tercer cambio, dando entrada a Irizo por un desacertado Isi Ros, pero el Recre estaba sentenciado y sumaba su tercera derrota consecutiva, que lo coloca en su primera crisis de la temporada. Y pudo ser incluso aún peor, ya que en el 87, Aranda en una contra solo la lanzaba fuera con todo a su favor y con un Recreativo entregado y perdido sobre el campo y que recibió una sonora pitada al final del encuentro para aprender y olvidar.
