Las temporadas son muy largas para todos los equipos y durante una competición que dura entre nueve y diez meses, está claro que la profundidad de banquillo es clave para una plantilla que pretender aspirar a todo en esta campaña.
Esa profundidad de banquillo te la da a veces la chequera (clubes económicamente poderosos) y en otras ocasiones, los técnicos tienen que tirar de ingenio para, en determinadas fases del campeonato, echar mano de jugadores canteranos, que están esperando su oportunidad y que puntualmente pueden ayudar al primer equipo, a la vez que aprender y crecer ellos como futbolistas.
Este es el caso del Recreativo, que de cara al partido de este domingo ante el Mérida, va a tener que echar mano de varios de sus jugadores de cantera, ya que tiene casi con toda seguridad cuatro bajas para el próximo encuentro.
Evolución
Rubén Cruz e Irizo están en la recta final de sus recuperaciones pero siguen sin estar al 100% y la consigna desde el cuerpo técnico es arriesgar cero con estos futbolistas. Además, Óscar Ramírez y Quique Rivero siguen sin entrenar con el grupo y están descartados, por lo que llega el momento de que jugadores como Nené, Ponce, Fran, Fernando Vargas ó Pepe puedan tener su oportunidad para completar la convocatoria ante el Mérida. Dos de ellos lo conseguirán.