Diez personas perdieron la vida en una estampida ocurrida este miércoles a la salida del estadio "25 de Junio", en la ciudad de Nampula, en el noreste de Mozambique, donde se celebraba un acto electoral del presidente del país, Filipe Nyusi.
"95 miembros y simpatizantes de nuestro partido, el (Frente de Liberación de Mozambique) Frelimo han resultado afectados, de estos, 85 resultaron heridos (...), y desgraciadamente registramos la pérdida de 10 militantes", informó a última hora de ayer un portavoz de la formación, Agostinho Trinta, en una rueda de prensa en Nampula.
De los heridos, especificó, 74 ya han sido dados de alta y 11 permanecen hospitalizados, mientras que entre los fallecidos hay 6 mujeres y 4 hombres.
Con esta tragedia sube a 22 el número de muertos durante los 12 días que lleva en marcha la campaña electoral para los comicios generales (presidenciales, legislativos y provinciales) del próximo 15 de octubre en Mozambique.
Según el Centro de Integridad Pública, una organización de la sociedad civil que supervisa el proceso electoral, 12 personas murieron en la primera semana de la campaña electoral, 10 de las cuales víctimas de accidentes de tráfico cuando se dirigían a actos electorales y otras 2 por violencia o altercados de motivación política.
El próximo 15 de octubre, el actual presidente buscará un segundo mandato, para lo cual se enfrentará a otros 3 candidatos, entre los que destaca el recién nombrado líder de la histórica formación opositora Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Ossufo Momade.
Para que no se repita lo ocurrido en 2015, cuando la Renamo rechazó el resultado electoral y comenzó una nueva etapa de conflicto armado, el pasado 6 de agosto, Gobierno y esta formación opositora firmaron un nuevo acuerdo de paz -el tercero desde 1992- para avanzar en la descentralización del país y en el desarme del ala armada de la oposición.
Los dos principales partidos, la Frelimo -una antigua guerrilla marxista- y la Renamo -creada para contrarrestar el comunismo por los servicios secretos de los regímenes racistas de Sudáfrica y la antigua Rodesia (Zimbabue)-, llegan debilitados a este encuentro electoral.
La Renamo participará por primera vez en unas elecciones sin su líder histórico, Afonso Dhlakama, quien murió el 3 de mayo de 2018, y con un líder, Momade, al que un grupo de disidentes de su propia formación reacios al acuerdo de paz no reconoce.
Por su parte, el Frelimo, el partido en el poder desde 1975, cuando Mozambique obtuvo la independencia de Portugal, está buscando una solución aireada para la deuda pública de unos 2.000 millones de dólares contraída en el extranjero en 2013 y 2014, y que ocasionó la suspensión de la cooperación con el Fondo Monetario Internacional.
Las dos formaciones fueron los contendientes de una de las guerras más largas y cruentas de la historia moderna (1997-1992), que causó alrededor de un millón de muertos y que acabó con el acuerdo de paz de Roma del 4 de octubre de 1992.
Tras diez años de paz casi efectiva, las tensiones entre ambos bandos, sin embargo, resurgieron en la primera mitad de esta década, con la Renamo denunciando su supuesta exclusión del sistema democrático mozambiqueño.
Tras alcanzar un nuevo acuerdo en septiembre de 2014 la Renamo aceptó concurrir a las elecciones de octubre de ese año, pero volvió a las armas al no reconocer la victoria del Frelimo, hasta la tregua de 2016, rubricada por Dhlakama y Nyusi, y que culminó con el acuerdo de paz de agosto.