El esfuerzo diario, la dedicación y el compañerismo han conseguido que más del 60% de los participantes de la III Lanzadera de Empleo de Torremolinos estén ya en el mercado laboral.
Una veintena de personas, entre los 24 y los 57 años, se embarcaron, a mediados del mes de marzo, en una aventura de cinco meses que culminaría con su objetivo: conseguir empleo. Sin embargo, para la mayoría de ellos no ha hecho falta que termine este plazo porque lo han conseguido mucho antes.
La primera de ellas fue Rocío quien, tras un mes en la Lanzadera, consiguió trabajo en el sector de la Administración. A ella le han seguido Noelia, Sheila o incluso el servicio de socorrismo de las playas de Torremolinos cuenta este verano con un integrante del proyecto que trabaja a diario en la Casilla del Viento.
La técnica que coordina a este equipo, Carmen Barrios, asegura que está viviendo esta experiencia “con muchas ganas por ellos. Han formado una gran piña y trabajan con muchas ganas y entusiasmo”.
Ese esfuerzo diario también es el que le ha servido a Noemí, que ha conseguido su Graduado en Secundaria a los 57 años y participando en la Lanzadera. “Nos ha demostrado que la edad no importa, que lo que vale es el entusiasmo, la constancia y las ganas de conseguirlo”, asegura Barrios.
Los perfiles son muy variados: desde hostelería a formación, atención al cliente en el comercio, administración o un veterinario. En la formación también se encuentra la variedad: algunos cuentan con la ESO, Formación Profesional, Bachillerato o estudios universitarios. Todos trabajan por un mismo objetivo: ayudarse mutuamente para mejorar sus habilidades profesionales, emprender una búsqueda de trabajo más profesional, proactiva y coordinada, para contar con nuevas oportunidades laborales. Para ello reciben talleres de autoconocimiento e inteligencia emocional, actualización y modernización de sus currículums, simulaciones de entrevistas de trabajo y procesos de selección grupal, etc. Además, aprenden nuevas técnicas de comunicación, marketing y marca personal; elaboran un mapa de empleabilidad y realizan visitas a empresas, que es el punto en el que se encuentran actualmente, en el ecuador de una experiencia que echará el cierre el próximo 16 de agosto.
Este compañerismo se refleja también en las visitas de muchos exintegrantes a la Lanzadera tras haberla abandonado por la mejor de las causas. “Hay muchos momentos bonitos, mucha ayuda entre ellos y llevan a la realidad el espíritu de grupo que fomenzan desde las Lanzaderas”, concluye la técnica. Se definen con los valores de autoconfianza, optimismo, flexibilidad, tolerancia y desarrollo personal.
En la actualidad hay 77 Lanzaderas operando en todo el territorio nacional, de las cuales ocho se encuentran en la provincia de Málaga. Un trabajo diario para conseguir que el desaliento de encontrarse en situación de desempleo no venza a las ganas de mejorar y salir ahí fuera para conseguir todo lo que se merecen.