El obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana Blasco, ha llamado hoy a todos los cristianos a "no ser mediocres, sino santos" en una sociedad como la actual, que vive "situaciones de crisis existencial y moral".
Durante la homilía de la Misa de Romeros en la aldea de El Rocío, el Obispo ha recordado que "hemos llegado como peregrinos y estamos reunidos en este Pentecostés extraordinario en el que celebramos el Centenario de la Coronación de la Virgen e iniciando el Jubileo concedido por el Papa Francisco".
Se ha referido al mensaje reciente del Papa Francisco en el que ha recordado que "todos estamos llamados a la Santidad" y ha indicado que en una sociedad como la actual "el cristiano no puede ser mediocre, ha de ser santo, hemos de apuntar alto".
La Misa se ha celebrado en el Real de la aldea, una explanada situada junto a la Ermita del Rocío que preside una imagen de la Virgen erigida allí con motivo de su coronación canónica en 1919, cuyo Centenario se ha conmemorado esta romería, en la que cada año se monta un altar mayor efímero.
En este acto han participado las 124 filiales, así como cientos de romeros que han querido acompañar a la Hermandad Matriz, organizadora de esta celebración, en esta eucaristía que ha sido concelebra con el obispo de Asidonia Jerez y ha sido cantada estará acompañado por el coro de la hermandad de El Rocío de Sevilla para traer al recuerdo a Rafael González Serna cantada por la Coral Virgen del Valle de Hinojos y la Coral Santa María de La Rábida de Huelva.
Vilaplana, que ha estado arropado en esta homilía -la última que realizará en El Rocío debido a su pronta jubilación-, por los capellanes de todas las filiales, ha dicho a los rocieros que "pongan la mirada en María, ella es para todos nosotros modelo de Santidad".
Al final de la homilía, las 124 hermandades filiales han renovado su compromiso con la Blanca Paloma, pasando los presidentes y hermanos mayores ante un libro con la leyenda "creemos en todos y cada uno de los dogmas adorables de nuestra sacrosanta religión, católica, apostólica y romana, única verdadera, y estamos dispuestos a derramar por ella hasta la última gota de nuestra sangre si fuese necesario".