La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha completado la primera fase de los trabajos de consultoría para la redacción de los proyectos de las estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR) de los municipios onubenses de Galaroza y Rosal de la Frontera. El delegado de este área de la Junta en Huelva, Álvaro Burgos, ha entregado a los dos alcaldes los estudios de alternativas que han determinado las ubicaciones y los sistemas de tratamiento que se utilizarán en las infraestructuras.
Burgos ha comunicado a los regidores de Galaroza, Antonio Sosa, y Rosal de la Frontera, Antonio Carlos Vázquez, que las opciones más ventajosas en los dos casos son situar las EDAR en lugares contiguos a las instalaciones utilizadas actualmente para la depuración de aguas, según ha informado la Junta en una nota de prensa.
De esta forma, se han desechado otras dos ubicaciones por localidad porque las seleccionadas se ajustan a los criterios económicos y técnicos que se han seguido en el proceso de valoración, entre ellos que elevan la cota que garantiza la suficiente protección ante inundaciones.
En cuanto a los sistemas de depuración propuestos, tanto en la estación de Galaroza como en la de Rosal de la Frontera se desarrollarán tratamientos biológicos mediante aireación prolongada. Así lo han especificado los técnicos de la empresa adjudicataria de estos estudios, presentes durante la entrega de los trabajos.
Cabe destacar que Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible trabaja para que la redacción de los proyectos estén culminados en el tercer trimestre del año. El coste de cada una de las plantas será de entre 2,5 y tres millones de euros.
En la actualidad, Rosal de la Frontera, con una población superior a los 1.700 habitantes, dispone de una antigua estación depuradora que se encuentra en mal estado, "por lo que necesita de más garantías de depuración a pesar de que su pequeña actividad industrial, agrícola y ganadera no tiene repercusión en las aguas urbanas", en palabras del delegado de la Junta.
Galaroza, con unos 1.400 habitantes, está en una situación similar, con el agravante de que los cambios naturales en el trazado del río Múrtigas han agravado el riesgo de inundación en las actuales instalaciones. "Es vital la construcción de una nueva infraestructura que garantice que los vertidos de agua residual urbana sean evacuados al medio en las condiciones impuestas por la normativa vigente", ha afirmado Álvaro Burgos.