La Comisión Europea (CE) rebajó hoy una décima su previsión de crecimiento para España tanto en 2019 como en 2020, hasta el 2,1 % y 1,9 %, respectivamente, y advirtió de riesgos ligados a la mayor incertidumbre interna y externa.
En sus previsiones macroeconómicas de invierno, el Ejecutivo comunitario apunta que esta desaceleración se deberá sobre todo a la ralentización del consumo privado, que crecerá en menor medida que los ingresos, al tiempo que aumenta el ahorro de los hogares.
La proyección de la Comisión para este año es ligeramente más pesimista que la del Gobierno, que estima que el Producto Interior Bruto (PIB) avanzará un 2,2 % en el ejercicio.