La Guardia Civil investiga al sacerdote Antonio Casado, expárroco de la iglesia Divino Salvador de Vejer de la Frontera (Cádiz) por su supuesta relación con la desaparición de dinero de la parroquia, han indicado a Efe fuentes próximas a las diligencias.
Según adelanta un periódico local, la investigación por la desaparición del dinero parroquial se inició después de que el párroco denunciara a la Guardia Civil que venía siendo víctima de una extorsión por parte de alguien que le pedía dinero para evitar la repatriación del chico guineano que había adoptado años atrás.
La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz investiga este caso en unas diligencias que han sido declaradas secretas por el juzgado que dirige las pesquisas.
El sacerdote renunció voluntariamente en agosto a su puesto en la parroquia del Divino Salvador, según ha señalado a Efe una portavoz de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
"Causó mucho asombro que no estuviera en las fiestas patronales, en los días fundamentales de la parroquia", cuenta a EFE Antonio Muñoz, uno de los feligreses.
Ante la extrañeza de que el sacerdote se hubiera ido varios feligreses acudieron a sus superiores: "nos dijeron que se había marchado con una depresión profunda, que estaba internado y que era mejor no tener contacto con él, por eso desistimos de llamarle",
A finales de octubre o principios de noviembre se enteraron de que el sacerdote estaba viviendo en una casa en el campo del vecino municipio de Conil de la Frontera y decidieron ir a visitarle.
Fue entonces cuando Antonio Casado les contó que había acudido a la Guardia Civil a contar la extorsión de la que estaba siendo víctima por parte de alguien que le amenazaba con la expatriación de su hijo de 18 años, que adoptó años atrás, con el permiso de sus superiores como es pertinente para el clero, durante una etapa de misionero que vivió en Guinea.
El feligrés cree que en ese mismo relato a la Guardia Civil el sacerdote "se inculpó" de la desaparición del dinero de la parroquia, aunque desconoce si esto fue exactamente así o fueron los investigadores los que descubrieron el "agujero" en las cuentas parroquiales después.
"No soy quien para decir si esta historia es verdad o mentira, eso lo tendrá que decir la investigación", dice Antonio Muñoz, que no obstante, considera "una barbaridad" que el dinero desaparecido, según han dicho "algunas fuentes" al Diario de Cádiz, podría elevarse a los 300.000 euros