La Fiscalía ha solicitado un total de 20 años y medio de prisión para el hombre de 46 años acusado de matar a un joven de 22 años y herir de gravedad a su hermano en un tiroteo en la Zona Norte de Granada capital acaecido el 9 de marzo de 2017, después de que estos últimos "le pidieran explicaciones sobre la ocupación de una vivienda".
En prisión provisional desde entonces por estos hechos, se le acusa de la presunta comisión de delitos de homicidio, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas por los que se le piden doce, siete, y un año y medio de prisión, respectivamente, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press.
Será juzgado mediante la fórmula del jurado popular junto con una mujer de 45 años, en libertad provisional por esta causa, para la que el Ministerio Público pide dos años de cárcel por un supuesto delito de encubrimiento pues, tras los hechos, habría ocultado una de las armas utilizadas en el tiroteo, entregándosela a un hermano del fallecido.
Los hechos se remontan a aproximadamente las 11,30 horas del 9 de marzo, cuando el fallecido, acompañado de un hermano y otro varón, fueron con el acusado a la vivienda que le habían reprochado que hubiera ocupado, y se quedaron esperándolo en el rellano.
Este salió con un menor, que fue puesto posteriormente a disposición de la Fiscalía de Menores, portando una pistola recamarada para cartuchos del calibre nueve milímetros parabellum largo.
Actuando "de común acuerdo" con el menor, que portaba un revólver, "con la clara e inequívoca intención de causarles la muerte", iniciaron un tiroteo, en el que el hermano del fallecido pudo huir en primer lugar, con una herida en la mejilla por disparo, por la que sufrió "lesiones de especial gravedad" por la que necesitó de hospitalización.
El hermano fallecido también huyó con su otro acompañante a pie por las escaleras hacia un patio inferior, seguidos en esta ocasión por el acusado y el menor.
La víctima mortal realizó un primer disparo con una pistola que portaba, y luego, cuando huía "para repeler el ataque al que estaba siendo sometido", efectuó hasta dos tiros más, uno de los cuales alcanzó al acusado.
De los cinco disparos que este último efectuó, "al menos tres" de ellos "alcanzaron" a este joven, que también recibió un número "no inferior a seis" de tiros por parte del menor, "todos ellos en el recorrido que aquel efectuó huyendo de sus agresores hasta unos 15 metros del portal de la vivienda, donde definitivamente cayó muerto".
Presentaba heridas por arma de fuego, producidas por disparos desde una distancia "superior a un metro", en ambas piernas y tórax derecho, brazo derecho y cabeza, que conllevaron que muriera tras una pérdida masiva de sangre.
Tras el tiroteo, entre el "gran número de personas" que acudieron al lugar, "y aprovechando la confusión del momento", la acusada, "auxiliada por varias personas que atrajeron la atención de los agentes de la Policía Nacional", cogió supuestamente la pistola que portaba el fallecido, "y que previamente había sido ocultada por una gorra", y la entregó a otro hermano del mismo.
No se procedió a la entrega del arma a la Policía Nacional hasta las 22,05 horas del día siguiente, "habiéndose limpiado el arma con objeto de dificultar la investigación", mantiene el fiscal, en referencia a estos hechos por los que se siguen unas diligencias independientes.
Está previsto que los hechos sean juzgados entre los próximos 10 y 13 de diciembre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada.