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Antonio de la Torre encarna a Mujica en sus años de cautiverio

En el filme 'La noche de 12 años' para ahondar en el tiempo de cautividad que vivió durante la dictadura militar que azotó a Uruguay de 1973 a 1985

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El actor Antonio de la Torre ('El Reino', 'Abacadabra' o 'Que Dios nos perdone') se mete en la piel del expresidente uruguayo, José Mujica, en el filme 'La noche de 12 años' para ahondar en el tiempo de cautividad que vivió durante la dictadura militar que azotó a Uruguay de 1973 a 1985.

"Hace poco leí que Urdangarin decía algo de que lo estaba pasando fatal en su aislamiento. Debe de estar en un aislamiento VIP comparado con el que sufrieron estos hombres", ha expresado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo del estreno de la cinta, este viernes 23 de noviembre.

Y es que la película, dirigida por Álvaro Brechner y basada en 'Las memorias del calabozo', se centra en los doce años de confinamiento en solitario que vivieron tres -de los nueve- hombres del movimiento revolucionario Tupamaro que fueron sacados de sus celdas, en una operación militar secreta, con el objetivo de volverles locos a través de la distorsión de sus sentidos.

Así, en este viaje a los infiernos, a Mujica le acompañaron Eleuterio Fernández Huidobro (Alfonso Tort), ex ministro de Defensa, y el periodista y escritor Mauricio Rosencof (Chino Darín) quienes fueron recluidos en algunas ocasiones en pocilgas de muy pocos metros cuadrados, sin acceso a la luz exterior, ni a la información exterior y sin poder establecer contacto con nadie. Además, fueron privados de todo elemento necesario para cubrir sus necesidades básicas.

En este contexto, De la Torre precisa que "se trata de un filme sobre cómo el ser humano es capaz de sobrevivir en circunstancias límite". "Pero lo más esperanzador de todo es -además de que uno de ellos llegó a ser presidente- que estos tres hombres lograron superar el odio", ha añadido para relatar que en una de las visitas que hizo a Mujica para prepararse el rodaje, el uruguayo, a pesar de lo vivido, recalcó que "el odio es antipolítico".

Algo "imprescindible" pero "muy complicado". Para el actor, "la única manera de superar un conflicto violento es renunciando a la violencia". "Dentro del respeto a las víctimas, y ahora que ETA se ha disuelto, me conmueve mucho la historia de las víctimas que llegan a verse con asesinos para crear un nuevo marco de convivencia", ha señalado.

Y cómo éste muchos ejemplos más en los que De la Torre ha hecho hincapié, como el nacionalismo catalán. "Cuando pasó todo lo de Cataluña y volví a Sevilla y la vi llena de banderas de España pensé que cuando la identidad de uno sirve de rechazo a otro, algo no funciona"", ha dicho para añadir que "duda de que ser nacionalista sea ser patriótico hoy en día".

Asimismo, y en este sentido, ha mencionado que el conflicto árabe-israelí "solo se va a poder superar" cuando "uno de los dos renuncie a la violencia", una acción "de generosidad" que, en su opinión, debe llevar a cabo Israel "al ser la parte mas poderosa".

"LA VIOLENCIA ES ALGO PRIMITIVO"

"Mujica, a pesar de las balas en su cuerpo, nos decía que la violencia es algo primitivo. Y eso aprendí de él. Yo creo que la evolución del ser humano necesita rechazar la violencia, pero no hay manera", ha lamentado. Según ha relatado, el expresidente vive en una casa "muy humilde".

El actor ha definido el filme como "un viaje de ida y vuelta a la locura" que muestra como "la mayor tortura a la que se puede someter a un ser humano es el aislamiento" puesto que parte de lo que le define como especie es "su relación con el resto".

"Mujica me decía que a él esta experiencia le privilegió, por que le hizo ser quién el es", ha relatado para añadir que, además, bromeaba con "darle un premio al que metió a Cervantes a la cárcel" puesto que gracias a él "se escribió El Quijote". "Es impresionante lo que el ser humano puede llegar a hacer", ha expresado.

Para preparar el papel , De la Torre tuvo que adelgazar durante dos años y viajó un total de cuatro veces a Uruguay. Allí, además de con Mujica, se reunieron con más supervivientes así como con historiadores, neurólogos y psicólogos con el objetivo de involucrarse en el contexto, la época y la cultura.

UN VIAJE A LAS TINIEBLAS

Por su parte, Brechner ha matizado que aunque se trata de una historia real su objetivo siempre fue "plantear un dilema sobre la condición humana", un "viaje a las tinieblas" sobre el que investigaron para "penetrar en el alma y el intelecto de estas personas cuando fueron sometidas a tal aislamiento".

"Mujica en esos doce años y en esas soledades más absolutas se tuvo que plantear quién era en realidad. Y yo creo que nosotros somos pero también nos vamos construyendo en base a nuestras experiencias. "¿Qué hacemos con nosotros mismos cuando nos recortan nuestras libertades?", ha reflexionado.

Por todo ello, para él, lo "más fascinante de todo" fue que salieron "con una capacidad de resiliencia" y con "una comprensión de que el odio nunca construye nada". "Por eso Mujica nos dijo que la naturaleza es tan sabia que nos puso los ojos delante y no detrás", ha concluido.

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