El comité de empresa de la planta de Cemex en Gádor (Almería) espera que los planes de ajuste de la multinacional, que pasan por el cierre de la planta almeriense y la mallorquina de Lloseta así como un ERE, cambien tras el periodo de negociaciones que se inicia este miércoles a través de una mesa de trabajo una vez que la compañía ha decidido aplazar su programa de ajuste al menos 45 días.
"Ellos se reafirman en el que el ERE se ha paralizado 45 días, pero lo tienen en mente y no se les ha olvidado", ha indicado a Europa Press el presidente del comité de empresa, Antonio Orta, tras haber mantenido este martes una reunión con responsables del Gobierno andaluz y otra con directivos de la empresa a través de vídeoconferencia en la propia planta, tras lo que se ha convocado una asamblea de trabajadores.
No obstante, confían en que en los 45 días que se han "ganado" se puedan entablar conversaciones para hacer cambiar de opinión a la compañía, aunque cree que a priori se muestran "bastante negativos" a variar sus planes de ajuste. "Tenemos 45 días más y habrá que seguir luchando, ahora que cada uno haga su trabajo", ha apuntado Orta, quien ha asegurado que no se va a perder la "esperanza" de conseguir un acuerdo satisfactorio.
En esta línea, ve "positiva" la mesa de trabajo establecida con el Ministerio de Industria, los gobiernos de Andalucía y Baleares y los sindicatos CCOO y UGT para avanzar en el diálogo. "Esperemos que surja algo a lo que la empresa pueda agarrarse", ha dicho el representante de los trabajadores, quien cree que sería "bueno" que los miembros del comité también pudieran asistir a alguno de los encuentros semanales programados.
Por el momento, ha apuntado que la plantilla de Gádor se encuentra "expectante" ante la convocatoria de la mesa y pendiente de las negociaciones y movimientos, aunque seguirán adelante con sus movilizaciones para reclamar el mantenimiento de la fábrica de la que defienden su viabilidad.
Los ánimos de la plantilla se han visto contenidos después de que desde la empresa manifestaran en un comunicado que aplazaban sus ajustes y no abandonaban del todo sus planes de ERE; un aspecto con el que contaban antes de que comenzara la búsqueda de soluciones. Antes de dicho comunicado, Orta se mostraba satisfecho por haber "ganado una batalla" ante una empresa que se ha mostrado "muy dura" a la hora de afianzar su posición.