La Archicofradía de la Palma salió en la tarde del jueves, 1 de noviembre por las céntricas calles del barrio de la Viña con motivo de la festividad de Todos los Santos, siendo esta procesión la que pone el broche final a todas las Hermandades de Gloria de la temporada.
Nuestra Señora de la Palma Coronada, es una obra anónima del siglo XVIII de la escuela genovesa, siendo restaurada en los años setenta por Luis Álvarez Duarte y posteriormente, en los noventa, por Luis González Rey.
La fiesta en el barrio comenzó bien temprano, cuando a las 09:00 horas, se celebraba la tradicional misa de Todos los Santos y a continuación se llevaba a cabo el Rosario Público de Penitencia hasta las murallas de la Caleta, donde como es tradición el Cura Párroco bendecía las aguas conmemorando el maremoto de Lisboa de 1755 que se dejó sentir en Cádiz y que cesó por la intercesión de la titular de la corporación viñera. Precisamente, el mismo jueves se cumplían 263 años de aquel acontecimiento histórico y desde entonces y de manera ininterrumpida se ha llevado a cabo esta bendición de las aguas que ya según las normas de la archicofradía es de obligado cumplimiento.
A las doce del mediodía, el obispo de la diócesis, Rafael Zornoza Boy, presidió la solemne función votiva con misa típica gaditana, acto previo a la procesión de alabanza que tendría lugar horas más tardes.
A las 17:30 horas se ponía en la calle el simpecado histórico de la Hermandad viñera, abriendo un extenso cortejo de cofrades y vecinos del barrio.El paso de la virgen presentaba unos respiraderos en metal plateado, presididos por la imagen de la Virgen de las Penas, titular de la Hermandad, con peana de igual metal, todo ello de Jesús Domínguez. Los candelabros dorados son obra del taller de Fernández del Toro de 1960.
La saya y el manto de raso presentaban un color crema bordado en oro del siglo XVIII y que fue restaurado por Piedad Muñoz de la Albaida, teniendo también bordados el pecherín y las mangas a juego, siendo de nuevo restaurado y pasado a nuevo tisú el conjunto por el Taller de Bordados ‘Santa Lucía’ en 2005.
La procesión transcurrió por las calles Virgen de la Palma, San Félix, Corralón, Trinidad, Rosa, Diego Arias, Encarnación, Torre, Rosa, Pastora, Plaza Pinto, Paco Alba, Paz, José Cubiles, Cristo de la Misericordia para volver a su templo en la calle que lleva su propio nombre, virgen de la Palma. El paso iba exornado con nardos, rosas y gladiolos blancos. La banda de música Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda acompañó a la Virgen en su discurrir como viene siendo habitual en los últimos años. La recogida se ciñó al horario preestablecido sobre las 21:30 horas.