El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, y el propietario del castillo ducal, Diego Mora-Figueroa, han firmado en Notaría el convenio por el cual el consistorio se hace con un inmueble perteneciente a la emblemática fortaleza, en pleno conjunto monumental, a cambio de la recalificación de unos terrenos cercanos a la carretera de la Peña.
Gracias a este convenio (aprobado en su día por el Pleno municipal), el Ayuntamiento se hace con una parte del castillo cuyas puertas dan a la calle Murete, en el corazón del casco antiguo, a las espaldas del Centro de Interpretación de la Ciudad y de la Oficina municipal de Turismo.
Gambín ha mostrado su satisfacción porque se trata de “un ejemplo de la apuesta clara de este equipo de Gobierno por potenciar la oferta cultural”, a través de una sede que albergará contenidos culturales y patrimoniales y “que será una nueva referencia turística para el municipio”. De hecho, el primer edil ya contempla alguna propuesta concreta para dotar de contenidos esta futura nueva iniciativa cultural y turística.
El regidor arcense confirma, además, que habrá que actuar en el inmueble para rehabilitarlo, aunque se muestra convencido de encontrar los recursos suficientes, ya que “el saneamiento económico que se ha impuesto en el Ayuntamiento permitirá obtener subvenciones para sacar adelante ideas de fomento del turismo, uno de los sectores económicos clave de la localidad”, señala Gambín.
Tras la rúbrica del acuerdo, Mora-Figueroa entregaba simbólica y físicamente a Gambín las llaves del edificio.
Cabe recordar que la firma de este convenio ha sido sujeta de polémica política estos días, pues el grupo AxSí considera que la recuperación del inmueble tendría un altísimo precio para el municipio dado su estado ruinoso, pues es prácticamente un solar. Además, considera que los terrenos que se recalifiarán a cambio no son aptos para la construcción debido a los deslizamientos de la ladera.