Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, Ecologistas en Acción de Sanlúcar ha hecho pública la concesión del Premio Atila para distinguir a quienes a lo largo de un año han destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente de Sanlúcar de Barrameda.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 coincidiendo con la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano. Los fines de este evento anual son el aumentar la conciencia medioambiental, y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente.
Ecologistas en Acción concede los Premios Atila con el objetivo de “distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente”. Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, tienen dos categorías denominadas “Atila” y “Caballo de Atila”.
Según ha difundido la organización, decenas de personas se han dirigido a Ecologistas en Acción proponiendo, "desgraciadamente", numerosos candidatos, entre los cuales el jurado ha elegido conceder el Premio Atila Sanlúcar 2018 al alcalde del Ayuntamiento de Sanlúcar, Víctor Mora Escobar y a todo su equipo de gobierno. "por gobernar autoritariamente, por la falta de transparencia y por impedir la participación ciudadana, y por no llevar a cabo, las numerosas mociones en materia medioambiental, aprobadas en el Pleno municipal". Además, el Premio Caballo de Atila Sanlúcar 2018 ha sido otorgado al empresario de la plaza de toros de El Pino, Carmelo García, "por continuar organizando eventos taurinos sangrientos y violentos, siendo conocedor de fomentar el maltrato animal hacia niños y jóvenes. La muerte y maltrato de un animal, jamás puede ser una forma de arte o de cultura", sostienen los ecologistas. De hecho, este pasado domingo, coincidiendo con la celebración de la tradicional Corrida de Feria, varios colectivos se manifestaron junto al coso del Pino rechazando el toreo como cultura.
El jurado expresó su esperanza en que la concesión de estos premios llame a la reflexión a los premiados sobre el deterioro ambiental que sufre nuestro planeta.