El Tribunal Económico Administrativo de Sevilla (TEA) lleva desde 2015 sin publicar ni presentar su memoria anual de actuaciones. Y desde abril de 2016 sin presidente, después de que el último, Alejandro Segovia Brome, nombrado en el mandato del ex alcalde Juan Ignacio Zoido, cesara pocos meses después de ser nombrado regidor Juan Espadas. Desde entonces, el TEA viene funcionando sin la figura de un mando superior, acumulando así dos años descabezado y tres sin ofrecer datos que permitan analizar la evolución de su actividad.
De hecho, la vacante en la cúpula del Tribunal Económico Administrativo municipal, órgano al que los ciudadanos pueden acudir para presentar reclamaciones en materia de tributos, tasas e impuestos municipales, así como de multas de tráfico en Sevilla, y la falta de información y memorias publicadas desde 2015 son dos claros síntomas del olvido en el que el TEA anda sumido y que guardan relación directa entre sí.
Reglamento
Según reza el Reglamento Orgánico de dicho organismo en su artículo 8, es el presidente el encargado de “ejercer las funciones de dirección orgánica y funcional y, en particular, representar al Tribunal, convocar y presidir las sesiones, dirigir y repartir las tareas propias del Tribunal, así como crear y suprimir órganos unipersonales y distribuir asuntos entre los mismos”.
Además, añade el Reglamento, el presidente, “dentro del primer trimestre de cada año, comparecerá ante la Comisión Informativa competente en materia de Hacienda al objeto de presentar y exponer la Memoria anual de las actividades del Tribunal de la que se dará cuenta al Pleno Municipal”. La relación, pues, es evidente: sin presidente no hay memoria. Y sin memoria no hay información ni, pues, transparencia.
El último balance que consta en la propia web del Ayuntamiento es el de 2015. Y ya por entonces los datos reflejados eran preocupantes. Fundamentalmente, los relativos al retraso acumulado en la tramitación de las quejas, que era muy considerable.
Pero dado que ni la memoria de 2016, que debió presentarse en el primer trimestre del año siguiente, ni el balance de 2017, que tendría que ver la luz de aquí a final de este mes, se han publicado, Viva Sevilla ha pedido al Ayuntamiento los datos actualizados sobre número de reclamaciones y tasa de pendencia (años necesarios para resolver las reclamaciones pendientes a final de año, manteniendo los medios y rendimiento del último) para poder conocer el estado real y actual del trabajo de dicho organismo. Sin embargo, el gobierno municipal no ha atendido la petición de este periódico.
Si atendemos pues a las últimas cifras oficiales, las de 2015, el escenario es abrumador: 11.266 reclamaciones pendientes de resolución a fecha 31 de diciembre de 2015, y una tasa de pendencia de 3,8 años, la más alta desde 2011.
Engranaje de Hacienda
Con todo, el hecho de que el TEA carezca de presidente no significa que no pueda desarrollar en la práctica sus funciones. Se trata, de hecho, de un órgano trascendental en el engranaje de la administración municipal de Hacienda, encargado de la recaudación de impuestos y tasas a la ciudadanía. Una labor importante y, al mismo tiempo, muy poco conocida por parte de la opinión pública.
El Tribunal es, además, un órgano con capacidad ejecutiva, que se presenta como última instancia administrativa a la que los ciudadanos elevan sus quejas y reclamaciones en materia de recaudación de impuestos, antes de tener que acudir a los tribunales de lo contencioso.
El TEA está compuesto actualmente por siete vocales, que representan a los grupos políticos municipales: dos los aporta el PSOE y otros tantos el PP, mientras que Ciudadanos, Participa e IU tienen uno cada uno. Junto a ellos trabajan en la resolución de los expedientes cuatro técnicos municipales y un secretario. Una dotación que, según fuentes del TEA consultadas por este periódico, ha aumentado en los últimos meses.
En los presupuestos municipales aprobados recientemente por el Pleno del Ayuntamiento, al Tribunal se le asigna una partida de 0,8 millones (exactamente, 775.279 euros) como presupuesto para este 2018. Pero nada, por el momento, de presidente.
Críticas
La falta de información, desde hace ya años, sobre la labor del Tribunal Económico Administrativo de Sevilla y su balance de reclamaciones viene provocando en los últimos tiempos críticas muy agrias al Ayuntamiento, al que se le reprocha su opacidad y falta de transparencia al respecto.
Las más significativas han sido las del Defensor del Pueblo Andaluz y de los consumidores. Respecto al primero, la institución que preside Jesús Maeztu ya se refirió en su informe anual de 2016 al considerable retraso con el que el TEA desempeña sus funciones, llegando a calificarlo de “dilación inaceptable”, y a instar a Espadas a que “dotase” al TEA de los “medios suficientes que permitan evitar retrasos estructurales” en la resolución de las quejas.
De igual forma, la organización de consumidores FACUA Andalucía viene criticando la “parálisis” a la que el gobierno de Espadas, que no ha nombrado presidente para el tribunal, ha condenado al organismo, con miles de reclamaciones por resolver.
