Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización internacional dedicada al tráfico ilegal de ciudadanos procedentes de China y con destino al Reino Unido. Cada víctima pagaba 20.000 euros por el viaje y, una vez en territorio Schengen, permanecían de manera temporal en “pisos patera” situados en diversas localidades catalanas hasta obtener la documentación fraudulenta que era enviada desde su país de origen a través de servicios de paquetería y que les permitía poder viajar de manera irregular hasta sus destinos finales en Reino Unido.
El operativo se ha saldado con la detención de 155 personas, en su mayoría de nacionalidad china, entre los que se encuentran los cuatro cabecillas de la organización que han sido arrestados como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad documental y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
20.000 euros por cada viaje ilegal
La investigación comenzó hace casi tres años en el aeropuerto del Prat de Llobregat de Barcelona. Los agentes detectaron un aumento significativo en los delitos de falsedad documental por parte de ciudadanos de origen asiático que pretendían volar hacia Reino Unido. El análisis de las documentaciones intervenidas permitió a los agentes establecer una conexión entre todas las detenciones y constatar la existencia de un entramado delictivo responsable del tráfico ilegal de personas.
Tras numerosas gestiones, los investigadores comprobaron que, presuntamente, la organización captaba a sus víctimas en China y les prometían llegar hasta Reino Unido o Irlanda a cambio de una “tarifa plana” de 20.000 euros por persona. Ese dinero incluía todos los pasaportes necesarios para llegar ilícitamente a su destino y la colaboración de miembros de la red para el cruce de fronteras.
Tras ser introducidos en espacio Schengen, los migrantes eran trasladados a diferentes municipios de la provincia de Barcelona donde eran alojados temporalmente en “pisos patera”. Allí les retiraban la documentación ya utilizaba y esperaban la llegada de los nuevos documentos de viaje para volar a su destino final.
La documentación era confeccionada en China y remitida hasta nuestro país a través de empresas de mensajería y paquetería, pudiendo constatar la regularidad de un envío a la semana. Una vez en su poder, la organización adquiría billetes de avión en compañías “low cost” el mismo día de vuelo para dificultar la acción policial.
“Pasadores” y “maestros”
La red desmantelada tenía un carácter extremadamente hermético, estructurado y jerarquizado, contando con miembros que operaban tanto en España como en terceros países. Los “pasadores” se encargaban de acompañar, guiar y controlar a los migrantes al objeto de minimizar los riesgos de ser detectados por las autoridades. Los “maestros” instruían con todo lo necesario para poder pasar los controles fronterizos sin despertar sospechas, llegando a entregarles unas fichas con las frases en inglés más habituales que les podrían preguntar en un control policial aeroportuario.
La organización se adaptaba continuamente a las nuevas situaciones e innovaba las rutas y procedimientos cada cierto tiempo en función de los éxitos o fracasos obtenido.
Cinco testigos protegidos
Durante los tres años de investigación, los agentes lograron que cinco migrantes declarasen contra la organización bajo la figura del testigo protegido, hecho de gran valor teniendo en cuenta el idioma, el carácter hermético de la red y el miedo a posibles represalias.
Una vez analizada toda la información, los agentes llevaron a cabo la operación y realizaron tres diligencias de entrada y registro en localidades de Barcelona -dos de ellas en Santa Coloma de Gramanet y una en Badalona- y se detuvo a los cuatro máximos responsables de organización.
Fruto del operativo se han incautado medios informáticos, terminales móviles, numerosos documentos de identidad falsificados, 11.250 euros y 16.000 yuanes en metálico y dos sellos elaborados artesanalmente que eran utilizados para simular estampas de entrada en el espacio Schengen.
El resto de las detenciones practicadas por delito de falsedad documental se han distribuido de la siguiente manera: 111 en el Prat de Llobregat (Barcelona), 19 en el Aeropuerto de Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, 6 en Alicante, 5 en Ibiza, 3 en La Línea de la Concepción (Cádiz), 2 en Avilés (Asturias), 2 en Bilbao, 2 en Castellón y 1 en Málaga.