Cuando ella comenzó en la Danza, en Jaén no había nadie que pudiera formarla. Ahora, esta jienense cumple su sueño a diario y ha permitido que en los últimos dieciocho años, niños, jóvenes y adultos de su ciudad no tengan que salir fuera de la capital para cumplir el suyo.
Mayca Ibáñez Oria (Jaén, 1972) es titulada Superior en Danza Española y regenta la única Escuela de Danza privada de la capital autorizada por la Junta de Andalucía: la Escuela autorizada de Danza de Jaén-Bulevar. “Tengo la suerte de cumplir mi sueño a diario. Mi sueño sigue vivo con mi Escuela. Es muy satisfactorio ver que los menores que quieren dedicarse a la Danza lo pueden hacer en Jaén”, reconoce.
Mayca Ibáñez comenzó sus estudios con 17 años, nueve años después de la edad aconsejada y tuvo que marcharse a Córdoba para formarse. Bailaba en un cuadro flamenco y tuvo la oportunidad de trabajar en el extranjero con una compañía, pero apostó por su ciudad. Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la Enseñanza. “Estaba estudiando y ya miraba locales para montar mi escuela”, recuerda.
Le dolió “mucho” no poder iniciar su carrera desde niña, con tres años, como comienzan en su escuela. “Estos estudios tienen una edad y si los comienzas más tarde, todo es más complicado. Por eso nunca dudé en crear mi Escuela”, afirma.
Y tampoco dudó en solicitar un Conservatorio Profesional de Danza en Jaén, una petición iniciada en 2009 y resucitada el año pasado. “En Jaén hay mucho talento, pero no todas las familias pueden costearse la enseñanza privada, aunque se den facilidades”, dice. En su centro forma a menores que tienen que ingresar en conservatorios profesionales de otras provincias andaluzas. “Jaén tiene que tener su Conservatorio Profesional de Danza en Jaén”, reflexiona.
Este año cumple dieciocho años al frente de su Escuela. Cuando comenzó, la Danza era una especialidad desconocida en Jaén, y “aún hoy lo sigue siendo para muchas personas”. Es un centro en el que se adquiere la titulación de enseñanzas elementales de Danza y donde se forma en estudios profesionales de Danza. “Es una escuela muy viva, con alumnos con expectativas profesionales, pero también con público que sólo quiere disfrutar de la Danza”, reconoce. Con casi cien personas matriculadas, sólo forman a un niño. “Los hombres y los niños es más difícil que se acerquen a bailar. Nosotros nunca ponemos limitaciones por sexo o edad. Las limitaciones se las ponen cada uno, por la propia sociedad”, lamenta.
La Danza es su forma de vida. “Poder trabajar en lo que te gusta es lo mejor. Cuanto entro en clase, mi mundo es otro. La Danza es mi vida”, reconoce esta profesora. Imparte clases de Danza Española, Danza Estilizada, Escuela Bolera, Folklore, Flamenco, Danza Clásica aplicada a la Danza Española... “Me dedico a enseñar, pero me encanta seguir bailando. No soy capaz de describir lo que siento cuando subo a un escenario. Es increíble bailar con tus alumnos. Es algo que me emociona”, reconoce.
Sus alumnos le contagian “ilusión” y ella les inculca la “pasión” por la Danza. La misma que demuestra sobre las tablas. Es una bailaora con esencia, de las que se expresa con el baile. Mayca Ibáñez tiene fuerza y baila con pasión. “La Danza hay que sentirla. Si no, el camino es difícil. Si no la llevas en el corazón, acabas abandonando”, espeta.
Tuvo que compaginar sus estudios de Danza con la carrera de Empresariales. Su familia no veía salida profesional a la que siempre fue su vocación. Ahora, casi dos décadas después, Mayca Ibáñez ha demostrado que se puede vivir del baile, aunque el camino no haya sido fácil en una ciudad en la que las administraciones “no echan una mano”.
Ibáñez es de las empresarias que “siempre” ha llamado a las puertas, sin haber recibido ninguna llamada. “El Ayuntamiento tiene que tener en cuenta a todos los centros por igual, sean públicos o privados”, reclama. Las exhibiciones y festivales de la Escuela que llegan a teatros como el Infanta Leonor suponen unos costes que les obliga a cobrar la entrada a los padres de los alumnos. De ahí que solicite la “cesión gratuita de los espacios públicos” a quienes en Jaén trabajan por la cultura.
