La ciudad de Nerja sigue a día de hoy sin contar con una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). Este problema vuelve a estar de actualidad tras la última reunión del Foro de Saneamiento Integral de La Costa del Sol, que denunció la pasada semana este hecho y exige la vuelta de los trabajos que se paralizaron el pasado mes de abril.
“Los reyes magos nos han traído una desagradable sorpresa” explican desde el Foro,”y es que, a pesar de que en prensa han aparecido algunas noticias del Ministerio de Medio Ambiente y sus representantes, comentando que las obras de la EDAR de Nerja continuaban con sus trabajos, esto es algo que por parte de los representantes del Ayuntamiento de Nerja ha sido desmentido.” señala Antonio Aranda, coordinador del Foro.
La EDAR está finalizada en un 96% de su ejecución y se continúan haciendo trabajos menores, “como la colocación de puertas o mallas”, cuenta Aranda a este periódico. Sin embargo, la preocupación que señala el Foro es que los colectores y las obras de las EDAR están en punto muerto desde hace ya meses. Quedan pendientes la instalación de los principales colectores urbanos, y la construcción de la estación de bombeo de la playa de Burriana y la del Río Chíllar.
“Lo mas grave es que no hay contacto alguno entre la administración del Estado y el Ayuntamiento por lo que nadie sabe si las obras se retomaran en algún momento ó deberemos pasar un verano mas enseñando nuestras vergüenzas a los miles de turistas que nos visitan y a los ciudadanos de Nerja.” han explicado los representantes del Foro.
Las obras, iniciadas en enero de 2014, deberían haber finalizado en 2016, es decir, la puesta en práctica de la depuradora acarrea un retraso de cerca de dos años.
Una de las razones de la ralentización del proyecto es que la empresa adjudicataria, Isolux-Corsán-Corviam, entró en concurso de acreedores el pasado mes de julio. “Se trata de una baja temeraria. Se acerca el verano y Nerja necesita urgentemente una depuradora de aguas residuales. Pedimos al Ministerio de Medioambiente que medie para que otra empresa realice las obras y demos solución de una vez por todas a este problema”, explica Aranda.
A las obras, con un coste superior a 23 millones de euros, se le suma varias actuaciones pendientes para incorporar ocho puntos de vertidos, que no se habían detallado en el plan inicial, lo que supondrá 2 millones de euros más.