La Plataforma en Defensa del Río Castril ha defendido ante el Tribunal Supremo su recurso contra el segundo ciclo del Plan Hidrológico del Guadalquivir, en el transcurso de una vista en la que varios peritos han expuesto que los caudales ecológicos que se pretenden dejar "condenan a muerte" a este ecosistema fluvial, con "la previsible desaparición de especies como la trucha, la boga y la nutria", que tendría que buscar recursos en otros ríos.
El colectivo mantiene que esta normativa "sienta además las bases para acabar las obras del trasvase del río Castril", que conllevaba obras de canalización en los términos municipales de Castril, Cortes de Baza, Benamaurel, Baza y Zújar y que la Justicia paralizó por considerarlo "ilegal".
Durante la vista, los peritos han puesto de manifiesto que de aplicarse los caudales ecológicos planteados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el ecosistema fluvial del río Castril "se vería gravemente afectado" en el tramo comprendido entre el embalse de El Portillo y el embalse de Negratín.
"Las poblaciones de peces disminuirían considerablemente su abundancia, desapareciendo las más sensibles. Lo más probable es que desaparezca la trucha y la boga, así como el cacho por su pequeño tamaño poblacional, quedando en todo caso una población de barbos mucho más escasa que la actual. La disminución de peces provocaría con toda probabilidad la desaparición de la nutria en este tramo, que tendría que irse a buscar otros ríos con mayores recursos tróficos", según consta en el informe del doctor ingeniero de Montes Javier María Cortázar, consultado por Europa Press.
La reducción del caudal circulante también reduciría a juicio del experto el hábitat disponible para los organismos acuáticos y aumentaría la temperatura del agua, especialmente en verano, lo que impediría la presencia de especies de aguas frías. Por otra parte, supondría la pérdida de funcionalidad del río como corredor ecológico, dificultándose el movimiento de las especies a través del corredor fluvial.
También se ha defendido ante el Supremo otro estudio en el que se han evaluado los caudales ecológicos que al menos deberían circular por el río Castril para que esta masa de agua conservara su buen estado y potencial ecológico, que ha sido elaborado por el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Diego García de Jalón Lastra.