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El Puerto

El parking de Pozos Dulces podría acabar en los Juzgados

En un callejón sin salida y convertido en un problema de difícil gestión y peor futuro

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  • Pozos Dulces -

La baza utilizada de frenar y de cuestionar todo lo que rondaba al proyecto de los aparcamientos subterráneos, al final tiene un peaje difícilmente entendible por todo cuanto viene rodeando a un proyecto polémico desde su comienzo por las formas y maneras de encauzar y silenciar una gestación de complicada justificación por parte del Ayuntamiento portuense.

Los tres meses con los que la obra se mantiene paralizada muestra una imagen de difícil encuadre para los que anunciaron “luz y taquígrafo” ante “una ruina” dejada, según decían, del PP.
Al mismo que se le señaló con el dedo por “haberlo dejado todo bien atado” y al que se le acusó de no “facilitar información”.

El tiempo no ha servido sino para contrastar que la historia se repite por los entonces denunciantes.

Sin información, sin claridad y lo que es peor, un enquistamiento que parece ir a más con la empresa encargada de realizar las obras, que a pesar de contar ya con la pertinente licencia para la instalación de los servicios de suministro, sigue sin reanudar los trabajos.

Y es que tal y como ya anunciamos fechas atrás, Gyocivil solicitó ampliar la fecha de finalización del aparcamiento, fijado para el verano de 2018 y que viendo el devenir de los acontecimientos ya es consciente que los plazos difícilmente se van a poder cumplir.

Y es ahí precisamente donde está la cuestión y las diferencias de unos y otros en la determinación de fijar un plazo final de la ejecución de las obras.

Establecer cuando se pararon. La empresa entiende que se debe contabilizar el plazo desde la última licencia y el Ayuntamiento, por su parte, desde la primera. Unas diferencias que parecen no limar asperezas y que pudiera, de seguir así, acabar en un litigio judicial que determine una resolución al respecto por lo que ahondaría más en un retraso y en una imagen dantesca y patética la que se viene ofreciendo varios años ya en una de las entradas a la ciudad.

Arrastre político
La debilidad con la que viene moviéndose el actual equipo de Gobierno (PSOE-IU) y por ende su minoría con la que cuenta dentro del Consistorio, fue, precisamente, por verse abocado en la obligación de mover ficha ante el desplante del que había sido pieza fundamental para que el tripartito fuese una realidad y el que con su determinación de no facilitar la licencia de obra, fuera cesado.

Con la expulsión en el Gobierno local de Levantemos El Puerto, sirvió de una manera mostrar un acto de fuerza y de igual modo una acción que le viene recordando su debilidad.

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