Esta mañana publicábamos la historia de Sául, un niño de 8 años con una enfermedad rara (atrofia muscular espinal tipo 2), alumno de 3º de Primaria en el Colegio Isabel La Católica de La Línea.
Sus padres habían dado de plazo hasta hoy para hacer pública su indignación porque desde el inicio del curso escolar la Junta de Andalucía no había enviado a un monitor escolar al centro, que se ocuparía de asistir al pequeño en todas sus necesidades durante el horario lectivo.
A las 9.00 horas de esta mañana comprobaban que no se había incorporado nadie al puesto, por lo que VIVA publicó la noticia.
A medio día los padres de Saúl nos informaban de que a media mañana, tras el recreo, que había incorporado ya un monitor escolar. La delegación Territorial de Educación ha cumplido así finalmente con su palabra y Saúl tiene cubierto su derecho a la educación.